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EE. UU. realiza la primera ejecución federal en 17 años

Daniel Lewis Lee, un supremacista blanco de 47 años condenado por el asesinato de una familia en 1996, fue el primero en el corredor de la muerte.

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Daniel Lewis Lee fue el primero en ser ejecutado después de 17 años a nivel federal en Estados Unidos. Foto: AFP

Daniel Lewis Lee, supremacista blanco de 47 años condenado por el asesinato en enero de 1996 del matrimonio Mueller y de su hija de 8 años, fue el primer ejecutado del Gobierno de los Estados Unidos después de 17 años. El hombre murió por una inyección letal este martes 14 de julio por la mañana luego de que la Corte Suprema emitiera un fallo nocturno que le permitía proceder.

Según un informe del grupo, las últimas palabras de Lee fueron: “No lo hice. Cometí muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino. Estás matando a un hombre inocente”. La Corte Suprema de EE. UU. autorizó otras ejecuciones federales, anulando una decisión anterior de otro tribunal que las aplazaba.

“Revocamos la orden preliminar de la Corte de Distrito y las ejecuciones podrán tener lugar como estaban previstas”, indicó la Corte Suprema, en alusión a las ejecuciones de cuatro condenados a muerte que estaban planificadas.

La sentencia contra Daniel Lewis Lee, estaba prevista para el lunes en la prisión de Terre Haute, en el estado de Indiana (centro). Pero la jueza de distrito Tanya Chutkan ordenó suspender la sentencia horas antes para permitir impugnaciones a los protocolos para la inyección letal que se aplicaría a este y a otros tres condenados a muerte por delitos federales.

"No se sirve bien al público obviando un proceso judicial legítimo", dijo la jueza.

El departamento de Justicia apeló inmediatamente la sentencia de Chutkan y la Corte Suprema le dio la razón.

Los detenidos "no han hecho lo necesario que justifique una intervención en el último momento de un tribunal federal", afirmó el máximo tribunal estadounidense.

Elección imposible

Lee, originario de Yukon (Oklahoma), fue el primer preso federal ejecutado en Estados Unidos desde 2003. Desde la reinstauración de la pena capital en 1988, solo hubo tres ejecuciones federales.

Lee fue condenado en Arkansas en 1999 por asesinar a William Mueller, un traficante de armas, su esposa, Nancy, y su hija de ocho años, Sarah Powell.

Earlene Peterson, cuya hija y nieta fueron asesinadas por Lee, pidió clemencia al presidente Donald Trump pero el mandatario ha ignorado su petición.

Además, los familiares de las víctimas pidieron postergar la ejecución debido a la pandemia de coronavirus, hasta que puedan viajar con seguridad para presenciar el procedimiento.

Alegaron que debían afrontar una "elección imposible" entre su derecho a asistir a la ejecución y el respeto por su salud.

Porque esta es una ejecución que involucra a muchas personas: "personal penitenciario, abogados, familiares de víctimas o acusados, periodistas, un capellán ...", enumeró a la AFP Robert Dunham, director del Centro de Información sobre la pena de muerte (DPIC), que se refiere al tema.

-“Irresponsable”

Es "irresponsable querer llevar a cabo tantas ejecuciones en tan poco tiempo" en este contexto de crisis sanitaria, subrayó Dunham, quien denunció una "instrumentalización política de la pena capital".

Después de anunciar la reanudación de estas ejecuciones el año pasado, el ministro de Justicia, Bill Barr, fijó su calendario en junio, justo cuando los nuevos casos de coronavirus estaban en aumento en gran parte del país.

En Estados Unidos, la mayoría de los delitos se juzgan a nivel estatal, pero la justicia federal puede ocuparse de los crímenes más graves (ataques terroristas, crímenes racistas) o cometidos en bases militares.

El apoyo a la pena de muerte ha cambiado entre los estadounidenses, según las encuestas, pero sigue siendo fuerte entre los votantes republicanos, 77 % de los cuales está a favor de ese castigo para los asesinos.