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La ciencia no se detiene frente al nuevo coronavirus

Sigue la lucha contra la COVID-19. Desde medicamentos contra la trombosis hasta la vacuna para la tuberculosis: la medicina sigue experimentando, mientras la pandemia avanza. En estas últimas semanas, el debate científico alrededor del mundo ha dado nuevas luces sobre cómo hacerle frente.

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(Foto: HispanTV)

Por: Alexandra Ampuero

Todos los días se debaten nuevas aproximaciones. Recientemente, el tratamiento para la trombosis ha sido aplicado en pacientes con Covid-19. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que aún “no hay tratamiento, cura o terapia para el Covid-19”, los estudios científicos han afirmado que lo que sí hay son diversos cuidados paliativos que varían según el paciente y sus síntomas.

Según fuentes de La República, en la clínica San Felipe, este tratamiento para la trombosis se aplicó a 19 pacientes hospitalizados con Covid-19 y ya fueron dados de alta. Esto estaría siendo replicado por el hospital Dos de Mayo.

“Los médicos de terapia intensiva muchas veces lo han hecho rutinariamente con todos sus pacientes”, comenta el epidemiólogo peruano y experto en salud pública Eduardo Gotuzzo. “Como se ha visto que el coronavirus también produce trombosis, en los hospitales se está dando profilácticamente anticoagulantes para ayudar en el manejo de pacientes graves. No se sabe si el tratamiento va a ser bueno, por eso se están usando las medicinas bajo la responsabilidad de cada médico”, añade.

Desde Italia, el embajador de Paraguay afirmó que la trombosis, así como la neumonía, podía aparecer en pacientes víctimas del coronavirus. Este hallazgo surgió luego de las autopsias, por lo que se ha agregado el uso de heparina, un conocido anticoagulante, al tratamiento por Covid-19.

El diplomático resaltó que el tratamiento no ha cambiado “sino que se ha agregado un protocolo”. En este caso, para los cuadros de trombosis. Esta información es suscrita también por el infectólogo Xavier Sáenz-Llorens de Panamá.

Nueva competidora

Otro de los grandes avances viene del lado de las vacunas. El fin de semana se actualizó información oficial sobre el estado de los estudios que tientan la cura para el coronavirus y aparece como puntera la vacuna que originalmente se usa contra la tuberculosis: Bacillus Calmette Guerin (BCG).

Se ha notado que la vacuna BCG estimula al sistema inmunológico para que combata infecciones similares. Ya la OMS en el 2017 dijo que esta vacuna puede ser efectiva contra la lepra, úlcera, entre otras microbacterias.

También se ha postulado que la BCG puede prevenir infecciones agudas en el tracto respiratorio, en pacientes de edad avanzada, con otras infecciones respiratorias o inclusive cuadros de sepsis.

Los científicos a cargo de este estudio provienen de la Universidad de Melbourne, en Australia; de la Universidad de Radboud Medical Center, en Holanda, y del laboratorio Faustman del Hospital General, en Estados Unidos. Los documentos en los que apoyan su investigación sugieren que los países con programas de vacunación contra la tuberculosis en la infancia están luchando mejor contra el coronavirus, en comparación con los países que no. Uno de esos países que aplica la vacuna del BCG, al nacer, es el Perú.

Sin embargo, el doctor Gotuzzo comenta que “cuando hicieron ese estudio, el coronavirus todavía no había llegado al Perú, Brasil, entre otros países del Sur”. “Es un dato de observación que tendrá que ser comprobado”, añade.

Según el doctor Gotuzzo, “la vacuna del BCG fortalecería el sistema inmunológico, pero no atacaría el virus”. Es decir, potencia nuestra capacidad de responder al Covid-19, sin que eso signifique que lo elimine inmediatamente. “En mi opinión, los datos de ese comunicado fueron sesgados”, dice.

“Si bien es una noticia interesante porque abre una opción, tendrá que investigarse mucho más”, confiesa el epidemiólogo. Alega que “la respuesta ante la tuberculosis es diferente a la respuesta que produce el coronavirus”.

El New York Times ha informado que en Australia tienen como objetivo reclutar a 4.170 trabajadores de la salud para testear la vacuna. En Holanda ya se han inscrito a 1.500 voluntarios. En el laboratorio Faustman de Estados Unidos aún están buscando fondos para iniciar el ensayo en humanos.

Esta candidata es la única que se encuentra en fase dos (de tres), mientras que la compañía Moderna y CanSino Biologics todavía siguen en fase uno.

El avance peruano

El doctor Mirko Zimic, especialista en control y prevención de enfermedades, es investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH). En las últimas semanas, junto a un equipo universitario y el laboratorio Farvet, ha implementado el espacio para que sea posible desarrollar una vacuna contra el coronavirus en el Perú.

“Ya llegaron los insumos y el fin de semana llegará el genoma del virus, lo que nos va a permitir producir la vacuna”, comenta a este diario. Como parte del proceso, dice, se van a producir las formulaciones de la vacuna: “no solo una, sino algunas variantes”.

El primer muestreo se dará en 170 ratones que tienen listos en la universidad. “Veremos si tienen la capacidad de neutralizar al virus, eso va a demorar por lo menos un mes”, afirma. Añade que “si todo sale bien, el siguiente paso sería hacer una prueba rápida en monos”. Para esa fase, se tienen listos 40 monos en Iquitos.

Así, “a mediados de julio deberíamos poder estar en la capacidad de hacer pruebas en humanos”, declara.

Cada país, una vacuna

Zimic también sostuvo que “acelerar la vacuna implica flexibilizar las normas, porque las normas han sido diseñadas pensando en un escenario normal, no en condiciones como las de ahora”.

Además, cuenta que de obtenerse la vacuna universal contra el coronavirus, “no seríamos de los primeros países en obtenerla”. Por eso apuesta a que cada país aspire a tener su propia vacuna. “Acá en Perú sí se podría producir la vacuna, el reto es convencer a las autoridades”, señala.

“Tan pronto como se apruebe una vacuna, será necesaria en grandes cantidades, y muchas de las organizaciones en la carrera de vacunas Covid-19 simplemente no tienen la capacidad de producción necesaria”, reporta The Guardian. La Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) y organizaciones similares asumirán parte del riesgo, manteniendo a las empresas incentivadas y también planean invertir en aumentar la capacidad de fabricación de las vacunas, narra el diario británico.

Para ellos es un hecho: “La pandemia tiende a afectar más a los países que tienen los sistemas de salud más frágiles y con fondos insuficientes. Existe un desequilibrio inherente entre la necesidad y el poder adquisitivo cuando se trata de vacunas”.

Es histórico. Cuando azotó la gripe H1N1 en el 2009, los suministros de vacunas se agotaron entre los países que podían costear la vacuna, dejando a los países pobres sin oportunidad. El equipo del doctor Zimic espera adelantarse a ese fatal escenario.

La FDA pidió a pacientes recuperados donar plasma

- La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU convocó el pasado jueves a pacientes recuperados del Covid-19 a que donen plasma sanguíneo para usarse en enfermos del mal, indicó la CNN.

- La idea es que el plasma convaleciente de los pacientes recuperados –la parte líquida de la sangre– tiene anticuerpos que ayudarían a fortalecer la respuesta inmune de otros pacientes que luchan contra la infección. La experiencia previa con virus respiratorios y datos desde China sugieren que el plasma convaleciente tiene potencial de disminuir la gravedad o acortar la duración de la enfermedad. La FDA señaló que realizan ensayos clínicos para evaluar la seguridad y eficacia del plasma convaleciente.