La crisis desatada en Medio Oriente tras el asesinato del jefe militar de Irán, Qasem Soleimani, a cargo de Estados Unidos, está lejos de culminar pese a que en estos días han bajado los cruces de palabras entre funcionarios y las amenazas de bombardeo.
A continuación, conoce los motivos por los que aún no terminan los enfrentamientos entre Washington y Teherán, según un informe de BBC.
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El pasado 3 de enero, Qasem Soleimani murió tras una redada militar de las tropas de Donald Trump y desde entonces, los líderes persas juraron vengarse.
A pesar de las restricciones políticas y de logística, Irán lanzó misiles a algunas bases norteamericanas sin profundizar en un pronunciamiento de guerra, ya que el fallecimiento de su héroe los tomó desprevenidos.
Incluso cuando el avión de Ukranian Airlines con 178 pasajeros a bordo fue derrivado, Irán negó haber sido el artífice, y cuando admitió ante la presión internacional, cambió su estrategia que desató protestas por parte de la opinión pública, que rechazó la muerte de los civiles.
Donald Trump aseguró que actuó contra Medio Oriente por razones legales ya que intentaba prevenir atentados contra sus intereses en la región, recoge BBC.
Incluso intensificó las sanciones contra Irán, y amenazó con frenar su flujo económico y mostrado su apoyo a los manifestantes que exigen la renuncia de Hasán Rohaní y del ayatolá Ali Jamenei.
La Guardia Revolucionaria de Irán pese a las críticas tras la caída del avión ucraniano en Teherán, se mantiene firme en el poder.
El discurso de las autoridades persas sigue siendo el de rechazar la incursión de Washington en la región, fortaleciendo sus laos con Rusia.
Irak se encuentra sumida en una severa crisis debido a la incursión de Estados Unidos y la influencia de Irán.
Además, Donald Trump amenazó con enfriar la riqueza iraquí en sus bancos en caso de que sus tropas se vean obligadas a marcharse.
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Es por ello que el Gobierno iraquí mantiene una postura indecisa ya que, si bien es un aliado de los persas ante cualquier incursión del Estado Islámico, sus intereses se verían afectados en caso Estados Unidos apele a sancionarlos.
En mayo del 2018 el presidente Donald Trump anunció que abandonaba el acuerdo nuclear con Irán, lo que desató un escándalo dentro de las potencias mundiales e hizo que la Casa Blanca incremente la presión económica contra Teherán.
Cabe resaltar que antes de este pacto, había un alto riesgo de guerra entre Irán y EE. UU. en sociedad con Israel, y desde que el hostigamiento político de Washington acrecentó con Trump, el régimen iraní busca tener la mayor cantidad de signatarios posible.