El 17 de octubre de 2019 la ciudad de Culiacán, estado de Sinaloa (México), vivió uno de sus episodios más oscuros. Un operativo que dio con la captura de Ovidio Guzmán López, hijo del excapo, Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán Loera, generó un feroz enfrentamiento; y ahora un informe revela más detalles al respecto.
De acuerdo a un documento de seis páginas al que tuvo acceso el portal LA SILLA ROTA, los presos del penal de Aguaruto —controlado por el Cártel de Sinaloa, la organización que lideraba el Chapo— sacaron armas de corto y largo calibre, con las cuales sojuzgaron a los oficiales del centro penitenciario.
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Según la Secretaría de Seguridad de Sinaloa solo se escaparon 47 personas, dado que cinco fueron recapturados o se entregaron. Sin embargo, presos de los ocho módulos de la cárcel lograron juntarse y someter con facilidad a los guardias, de los cuales uno fue obligado a llamar a una de sus compañeras.
La intención de los reclusos era que ella abriera una reja y cuando lo hizo, se le tiraron encima para evitar que la cerrara al notar su presencia. Le quitaron su Glock calibre nueve milímetros y continuaron su trayecto. “Queremos salir a pelear con el señor”, en referencia a Guzmán López, era su consigna.
El jefe de seguridad —quien no fue identificado— contó en el informe que estaba en un pasillo “cuando repentinamente vimos aparecer a las personas privadas de su libertad llevando a los rehenes, no pudiendo hacer nada ya que tenían armas cortas y largas”.
Usaron al personal de vigilancia como escudo humano para evitar que les dispararan. En su camino acumularon más armas hasta que obtuvieron la llave para salir. En ese ese momento Culiacán vivía minutos de terror por el tiroteo entre los narcos y las fuerzas de seguridad de México.
El 18 de octubre de 2019 se pudo comprobar el caso que se generó en la ciudad
“Al observar que dichas personas se estaban brincando la cerca y la puerta de salida, nos levantamos y junto con los demás custodios, a los que ya habían soltado, nos regresamos al área de pórtico y procedí nuevamente a ordenar que se armaran para resguardar el penal, en virtud de que en la cancha de fútbol aún seguían personas privadas de la libertad que querían salir a pelear con el señor”, añade el texto.
El jefe de seguridad del penal de Aguaruto, pueblo de Culiacán, relató que los presos pensaban utilizarlo como pieza de canje para que el Gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador soltara al hijo del Chapo; quien cumple condena perpetua en Estados Unidos.
Empero en el último instante cuando consiguió escabullirse y se lanzó al piso mientras se fugaban de la cárcel. Aun así el Cártel de Sinaloa logró su objetivo, López Obrador decidió soltar a Guzmán López para evitar un brote mayor de violencia.
El excapo del Cártel de Sinaloa engendró varios hijos en diversas relaciones a lo largo de su vida, y a pesar de ser reconocido como un narcotraficante sanguinario, lo recuerdan como a un hombre de familia.
El narcotraficante ha reconocido a 10 hijos. Foto: difusión
Con María Alejandrina Salazar Hernández, Guzmán Loera tuvo cuatro: Jesús Alfredo, Iván Archivaldo, Alejandrina Giselle y César.
Por su parte, en su relación con Griselda López Pérez igualó la cifra: Joaquín, Edgar, Ovidio y Griselda Guadalupe. Sin embargo Édgar fue asesinado en mayo del 2008 en Culiacán en un tiroteo, como parte de una narcovenganza.