Rebecca Taylor, madre de Katie, enterró a su hija luego que muriera en un accidente automovilístico mientras regresaba a casa en Irlanda, de una cita con su novio. La muerte de Katie sucedió cuando su novio, Jay Waters, la llevaba a su casa solo una semana antes que la joven cumpliera 20 años.
Waters perdió el control de su auto y se estrelló contra una camioneta, camino a la casa de su novia. Servicios de emergencia llegaron hasta el lugar del accidente durante la noche del 25 de octubre.
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El novio de Katie sufrió una lesión cerebral, por lo que aún sigue siendo tratado en una unidad neurológica. Sin embargo, la joven murió unas horas después de haber llegado al hospital. Ella había decidido donar sus órganos al fallecer.
La familia quedó paralizada cuando la policía allegó hasta su casa para notificarlos sobre lo que había ocurrido con Katie. Su hermano mayor, Brandon, estaba jugando videojuegos con sus amigos, cuando se enteró del accidente.
"Abrí la puerta y era la policía. Me dijeron que fuera a buscar a mi madre. Lo hice y subí las escaleras, pero escuché la palabra accidente. Corrí a la sala y nos dijeron que fuéramos al hospital de inmediato”, contó Brandon para The Mirror.
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Taylor no pudo soportar la pérdida de la menor de sus tres hijos, por lo que unos días después de haber enterrado a su hija, un ataque al corazón la dejó en grave estado por varios días. Hoy está recuperándose en su casa.
“Ella fue muy generosa y cariñosa con todos. Solía enviar mensajes de Facebook a las personas solo para asegurarse que estaban bien y les enviaba mensajes encantadores”, dijo su hermano.
La madre de Katie se encuentra en casa, recuperándose del episodio que vivió, mientras junto a sus dos hijos preparan la primera Navidad que pasarán sin la menor de la familia.