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Zozo, el perro que visita todos los días la tumba de su dueño fallecido

No hay ni un solo día en que Zozo no visite a su dueño, desde que murió en 2014. Él va, acompañado del hijo de su amo, se echa encima de la tumba y se queda ahí por horas.

İsmail Öztürk falleció de manera inesperada en enero del 2014, en Turquía. Toda su familia quedó sumamente devastada por su partida y Zozo, su perro, también.

Desde entonces, todos los días y sin falta, el can visita la tumba de su mejor amigo. Suele quedarse echado por horas sobre su sepultura como intentando sentir su compañía.

“Allí se lo puede ver acostado sobre su tumba y trata de estar lo más cerca posible de su amigo”, dice Zafer, el hijo de Ismail.

Zozo fue el más fiel compañero de Öztürk durante años, por lo que después de su muerte quedó deprimido. La familia del dueño acogió al can y trató de reanimarlo, pero nada lo hizo, afirma Infobae.

Zozo acompañando la tumba de su dueño.

Entonces, el hijo de la familia decidió llevar al perro a la tumba de su padre y vio que Zozo actuaba de manera muy peculiar. Se recostó sobre el lugar donde está enterrado su dueño, suspiró profundamente y no dejó de mirar el sepulcro, como si esperara que su amigo regresara.

“Está deprimido desde entonces, nos rompe el corazón”, explica Zafer.

Fue así que durante cinco años seguidos, Zozo y el hijo del dueño, Zafer, acuden al lugar sin falta, independientemente del clima. El perro permanece triste y desconsolado, pero parece encontrar un poco de calma cada vez que visita la tumba de su amigo.

Foto: Difusión.

La historia ha generado miles de reacciones en las redes sociales. Sin embargo, este no sería el primer caso en el que los animales demuestran su compañía leal a sus dueños.

Un estudio realizado en Estados Unidos afirma que los perros no tienen conciencia sobre la muerte de otro ser.

Los perritos ‘sienten’ como un niño

Un estudio de la Universidad de Emory, en Atlanta (Estados Unidos) demostró, hace dos años, que los perros sienten igual que los niños. El nivel de sensibilidad entre unos y otros es muy parecido.

Foto: Difusión.

El experimento consistió en utilizar varios perros y ponerlos bajo un escáner de resonancia magnética. A lo largo de la prueba, los canes recibían distintos tipos de estímulos, lo cual generaba cierta actividad cerebral.

Según la investigación, la actividad cerebral de los perros aumentaba a medida que recibían señales que se relacionaban con la alimentación o los olores de las personas conocidas.