Una anciana de 87 años asesinó de su nieto, quien sufría de discapacidad, con una sobredosis de drogas por temor a que nadie lo cuidara cuando ella muriera, según informaron medios de Bradenton, en la costa oeste de Florida, Estados Unidos.
La mujer deberá afrontar cargos por asesinato en segundo grado por la muerte de su nieto Joel Parks, de 30 años, tras confesar a la Policía que había cometido el crimen, ocurrido el pasado domingo 22 de septiembre.
La Policía de Bradenton señaló que Lillian confesó que le dio una sobredosis de drogas para matarlo porque temía que después de su muerte nadie pudiera cuidarlo. Las autoridades esperan los resultados de toxicología para determinar la droga utilizada en la muerte de Joel.
El capitán de Policía de Bradenton, Brian Thiers, precisó que la víctima sufría una discapacidad que le impedía cuidar de sí mismo. “Este fue un proceso pensado y planificado en el que ella (Lillian Parks) le quitó la vida”, dijo.
Este es un caso difícil para nuestros detectives. En parte, nos sentimos mal por una persona que siente que la única opción es quitarle la vida a otro ser humano porque le preocupa mucho su cuidado después de que se haya ido”, añadió dijo Thiers.
Una hermana de Joel lo encontró muerto en la vivienda de Lillian, donde pasaba los fines de semana cuando no estaba en una residencia para personas con discapacidades. Los oficiales dicen que el padre de Joel murió y su madre lo abandonó.
Joel, a quien le gustaba el béisbol y dar abrazos a sus vecinos, era muy querido en el vecindario, contaron a medios locales personas que lo conocieron.