La cuarentena generó diversos cambios no solo en la esfera pública, sino también al interior de los hogares, donde se incrementó la sobrecarga de labores de cuidado para las mujeres, según un informe de la Defensoría del Pueblo.
“Sobrecarga de labores en las mujeres durante la cuarentena por la emergencia sanitaria” es el documento que señala que un 88,6 % de encuestados reconoció que “actualmente siente que tiene más carga de trabajo” que cuando no se encontraban en estado de emergencia sanitaria.
El texto indica que los padres y madres que antes laboraban durante el día pasaron a realizar trabajo remoto o a quedarse sin empleo. A ello se le suma que los niños que acudían a la escuela pasaron a recibir educación virtual, además de trabajos en el hogar. También se añadieron tareas como la desinfección de las compras para evitar el contagio de COVID-19.
La Defensoría del Pueblo, a través de este informe, evidencia que este nuevo escenario ha impactado particularmente en las mujeres, lo que genera una sobrecarga de labores que afecta la salud mental de las mismas.
El órgano autónomo indicó que el trabajo doméstico de cuidados no remunerado es una de las principales brechas de género que persisten en la sociedad peruana con respecto al uso del tiempo por parte de ambos sexos.
Foto: José Bejarano
De acuerdo al estudio “Perú, brechas de género 2018″ del INEI, las mujeres dedican 23 horas con 24 minutos más que los hombres a las labores de cuidado en el hogar por semana.
Asimismo, el informe hace énfasis en que el 94.5 % de las féminas dedica su tiempo a la preparación de los alimentos, mientras que un el 97.5 % lo utiliza en labores de limpieza y orden del hogar.
Los niños aún se encuentran en etapa de adaptación en cuanto a la educación a distancia, por lo que requieren del apoyo permanente de los padres y madres. Esta tarea, por lo general, recae en su mayoría en las mujeres.
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, el 80,1 % de las personas encuestadas reconoció que las clases virtuales han generado situaciones tensas en la dinámica familiar. A esto se suma que el 56,6 % de las personas encuestadas reconoció que estas causaron discusiones con su pareja.
El trabajo remoto está jugando “en contra de las mujeres en la mayoría de los casos”, en especial para aquellas que cuentan con carga familiar. Si bien cada vez es más frecuente encontrar casos donde “mujeres y varones comparten las responsabilidades del hogar”, el texto determina que se suele “priorizar el tiempo que los hombres dedican a su labor remunerada”, al ser el que usualmente percibe el mayor ingreso.
El 63.2 % de encuestados asegura que mientras su hijo se encuentra en clases virtuales, no puede continuar con el trabajo remoto. Esto se debe a que deben acompañarlo en sus clases, porque no hay más equipos —como computadoras, laptops o tablets— en la casa o porque la falta de un espacio privado “no les permiten concentrarse en sus actividades”.
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La suma de estas labores afecta directamente a la salud mental de las mujeres debido al poco tiempo que dedican al autocuidado, lo que les genera “ansiedad, tensión y cuadros de depresión”.
La Defensoría recalca que urge incorporar “medidas con enfoque de género que permitan una atención constante de la salud mental de las mujeres y de la población en general” por la sobrecarga de tareas identificadas. Pueden encontrar el informe completo aquí.