Un país ubicado en el Medio Oriente enfrenta una dura realidad cuando se trata de su capacidad militar aérea. A pesar de ser considerado un aliado estratégico de Estados Unidos, especialmente en términos de cooperación contra amenazas comunes en la región, la nación se ubica en el puesto 92, según Global FirePower de 2024. Ese ranking evalúa la cantidad de aeronaves, su calidad, capacitación y el mantenimiento de sus flotas.
La falta de inversión constante y la falta de modernización de su flota de aviones militares han sido algunos de los factores que han puesto al país en la cola de este ranking. Si bien esa nación recibió apoyo en términos de equipamiento y entrenamiento por parte de Estados Unidos, los recursos dedicados a la aviación militar parecen ser insuficientes para competir con las potencias mundiales. A lo largo de los años, el país sufrió diversas dificultades internas, lo que generó una limitación en la capacidad de despliegue y mantenimiento de sus aeronaves.
Hace 2 décadas, Estados Unidos invadió a ese país, pero hoy sus relaciones son estratégicas. Foto: El Correo
Según Global FirePower, Irak ocupa el puesto 92 de los 100 países analizados, lo que lo coloca en una posición crítica en comparación con otras naciones que invierten fuertemente en su infraestructura de defensa aérea. Aunque otros países de la región, como Siria o Yemen, también enfrentan limitaciones aéreas, Irak ha quedado rezagado en términos de aviones operativos, capacidad de mantenimiento y la calidad de sus aeronaves.
El informe considera varios aspectos al clasificar la fuerza aérea de un país, como el número total de aeronaves, la tecnología utilizada, los tipos de aeronaves disponibles (aviones de combate, aviones de entrenamiento, etc.), y la capacitación de los pilotos. En el caso de Irak, la escasez de aviones modernos y la falta de capacidad para operar aeronaves avanzadas lo ubican en esta posición desfavorable. Sin una flota aérea robusta y tecnológica, Irak enfrenta serias dificultades para mantener un poder aéreo disuasivo en la región.
Según Global FirePower, Irak ocupa el puesto 92 de los 100 países analizados. Foto: CDN
Irak, a pesar de ser considerado un socio clave de Estados Unidos en el combate contra el terrorismo y otras amenazas en el Medio Oriente, ha tenido dificultades para reconstruir y mantener su fuerza aérea. Durante décadas de conflicto, desde las invasiones extranjeras hasta las guerras internas, la infraestructura del país ha sufrido daños considerables. Aunque ha recibido apoyo militar, la prioridad ha sido la modernización de otros sectores del ejército, como la defensa terrestre, y no tanto de la aviación.
Su relación con EE. UU. se centra principalmente en el intercambio de información, entrenamientos y suministro de tecnología. Sin embargo, el apoyo no ha sido suficiente para elevar la calidad de su fuerza aérea. Además, Irak depende en gran medida de las aeronaves antiguas y menos efectivas que aún forman parte de su flota, lo que limita gravemente su capacidad de intervención en conflictos aéreos. La falta de una industria de defensa robusta que pueda fabricar o innovar aviones militares propios también ha sido un impedimento para alcanzar un nivel competitivo en este campo.
Según el informe de Global FirePower 2024, los países con las fuerzas aéreas más poderosas del mundo son: