Cada cuatro años, Estados Unidos celebra un evento único que marca el inicio de una nueva administración: el Día de la Inauguración Presidencial. Esta jornada, que ha sido testigo de discursos históricos y juramentos memorables, representa el momento en que el presidente electo asume oficialmente el cargo. Este año, la ceremonia podría marcar el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca o el ascenso de Kamala Harris, quien busca hacer historia como la primera mujer en ocupar la presidencia. Sin embargo, esta ceremonia va más allá de un cambio de liderazgo, consolidándose como una tradición llena de simbolismo y eventos protocolarios que unen a millones de estadounidenses.
Cada cuatro años, el Día de la Inauguración Presidencial marca el momento en que el presidente electo toma posesión del cargo de manera oficial. Foto: RTVE
El Día de la Inauguración Presidencial se celebra cada cuatro años el 20 de enero, como lo establece la Constitución de los Estados Unidos. Si la fecha cae en domingo, la ceremonia pública se traslada al día siguiente, aunque el presidente realiza su juramento en privado el 20. Esta solemne ceremonia se lleva a cabo frente al Capitolio en Washington D.C., donde miles de personas, junto a líderes políticos y personalidades, se reúnen para presenciar el evento. La próxima toma de posesión, prevista para el 20 de enero de 2025, es especialmente esperada por los partidarios de Donald Trump y Kamala Harris, quienes protagonizan una contienda decisiva para el futuro del país.
Cada cuatro años, el Día de la Inauguración Presidencial marca el momento en que el presidente electo toma posesión del cargo de manera oficial. Foto: Nmas
El momento central de la inauguración es el juramento de fidelidad, en el cual el presidente electo promete defender la Constitución de Estados Unidos. Esta ceremonia es presidida, generalmente, por el presidente de la Corte Suprema, quien toma el juramento del vicepresidente electo, seguido del presidente. En este ciclo, tanto Harris como Trump tendrían la oportunidad de establecer sus promesas y objetivos en el discurso inaugural, que inmediatamente sigue al juramento. Este discurso se convierte en un momento clave para trazar las primeras líneas de la nueva administración, resonando con las expectativas de cambio y dirección del país.
El Día de la Inauguración no solo abarca el juramento y el discurso del presidente; también incluye una serie de eventos organizados por el Comité Conjunto del Congreso para Ceremonias Inaugurales (JCCIC). Entre los actos más destacados se encuentran desfiles, banquetes y otras ceremonias que celebran la estabilidad de la democracia estadounidense. Uno de los momentos más anticipados es el desfile inaugural, que avanza por Pennsylvania Avenue desde el Capitolio hasta la Casa Blanca, lo que simboliza el compromiso del presidente con la nación. Además, las galas y recepciones reúnen a colaboradores y ciudadanos que celebran el inicio de una nueva administración.
Cada cuatro años, el Día de la Inauguración Presidencial marca el momento en que el presidente electo toma posesión del cargo de manera oficial. Foto: IStock
Más allá de la política, la Inauguración Presidencial reafirma los valores fundamentales de Estados Unidos. Como recordatorio de la estabilidad que permite el traspaso pacífico de poder en una de las democracias más longevas del mundo, esta ceremonia representa la continuidad y el cambio a la vez. Desde el primer presidente, George Washington, hasta el próximo mandatario, ya sea Harris o Trump, este acto ha sido testigo de momentos que reflejan los desafíos de cada época. Hoy, con millones de personas siguiendo la ceremonia por medios digitales y redes sociales, el evento conecta generaciones y subraya la vigencia de los ideales democráticos.