Karina Benites Franco es líder de la agrupación Amaranta, pero la gente cree que ese es su nombre. Ella no se hace problemas y responde con naturalidad cuando la llaman Amaranta. Lo que sí le importa es que su música siga conquistando nuevos públicos. Por ello, no sorprende que en tan solo un fin de semana tenga cuatro presentaciones para celebrar el Día de la Madre.
Karina Benites, de 39 años, y su grupo Amaranta se presentarán en La Molina, Lurín y Santa Anita, donde tocarán sus grandes éxitos y esperan hacer pasar un buen momento a las madres peruanas. En entrevista con La República, la cantante de raíces ayacuchanas habla de su madre, de sus dos carreras, de sus gustos musicales y de su gran relación con la tunantada. Además, recuerda que, desde que inició en la música, demostró su libertad musical con temas de diversos géneros como “Amor de telenovela”, “Adiós tunantero” y “Mi gran ilusión”.
—¿Qué significa el Día de la Madre para ti?
—El Día de la Madre para mí y para todo ser humano es un día extraordinariamente valioso porque nos permite recordar lo importante que son las mamás, la importante labor que han realizado con nosotros. Los que tienen la dicha de haber disfrutado del calor materno saben lo importante y lo valioso que es celebrarlas, abrazarlas.
—¿Cómo te sientes al tener aún a tu madre contigo?
—Gracias a Dios, mi mamita está conmigo, está con vida, con salud. Estoy viendo, al igual que muchos, cómo la voy a homenajear, cómo la voy a agasajar; aparte del concierto que estamos.
Karina Benites y su grupo Amaranta rendirán homenaje por el Día de la Madre. Foto: Difusión
—¿Sientes que eres una muy buena hija?
—Sí. Yo, en la medida de mis posibilidades, he sido una buena hija. Desde mi niñez, he sido siempre obediente. Mi mamita quiso alejarme de la música y por eso estudié dos carreras. Cuando terminé las dos carreras, recién me dediqué a lo que siempre quise, que es la música. Entonces, pienso que la obediencia es una manera de honrar a la mamá.
—¿Por qué crees que te presionó para que seas profesional?
—Para ella, no había otra opción. Si quería hacer música, la primera opción era terminar de estudiar. Y, bueno, gracias a Dios, lo pude lograr.
—¿Cómo la música y la tunantada llegan a tu vida?
—La música está en mi vida desde que tengo uso de razón, ya que mi mamá es también cantante aficionada. Ella cantaba mucho desde muy jovencita y yo la escuchaba cantar. La he visto en escenario también, pero se desarrolló muy poco en la música. Sin embargo, era una asidua oyente de la música andina, de la música de antaño como de Flor Pucarina y el Picaflor de los Andes, etc. Entonces, ella fue —para mí— un bastión importante en mi gusto y mi apego por la música de los Andes. Al principio, nosotros escuchábamos (la música andina) por escuchar; sin embargo, con el tiempo y con los años, se volvieron parte de nuestra historia, de todos los hermanos y se convirtió también en mi gusto personal para desarrollarme en la música.
—¿Fue tu trabajo en “Canto andino” lo que hizo decidirte para enfocarte en la música?
—Definitivamente, yo estaba segura de lo que quería. Como bien mencionas, trabajé algunos años en un programa de folclore y estaba al lado de la producción (del programa), pero la parte artística me llamaba mucho la atención. Yo estaba segura de que en algún momento tenía que hacer lo que estaba soñando desde muy niña.
—¿Qué fue lo que finalmente pasó para que dejaras todo por la música?
—El terminar la carrera fue el punto de quiebre porque por fin puedo ser lo que tanto quiero. Entonces, iniciamos con este sueño bonito de Amaranta.
—¿En qué crees que te han ayudado tus dos carreras en la música?
—En realidad, ambas carreras, en cuanto a lo que implica los derechos de autor, por ejemplo, que son también parte de lo que se estudia en la carrera. Y creo que todo buen ciudadano debería tener muchos conocimientos de derecho para poder desarrollarse en esa sociedad. Saber qué pasos dar, qué pasos no dar. En qué paso estás dentro de lo correcto y en qué paso estás infringiendo la norma. Y de hecho las comunicaciones van totalmente de la mano con el arte.
Karina Benites terminó sus carreras de Comunicación y Derecho gracias a su madre. Foto: Sandy Carrión Cruz/La República
—¿Qué sientes cuando te quieren encasillar como una artista tunantera?
—Yo respeto mucho a la música oriunda de nuestro país, respeto mucho los trajes y todo lo demás. Y, en realidad, siento que parcializarse con un determinado traje típico de alguna región no es lo debido, al menos no en el caso de la agrupación Amaranta, porque nosotros no estamos parcializados musicalmente. Nosotros hacemos música de diversas partes del Perú, hacemos carnavales ayacuchanos, huaynos ancashinos, caporales y morenadas.
También hacemos otros ritmos bailables. Y, en realidad, no somos una agrupación tunantera. Sí tenemos mucha música del centro del Perú que la gente ha abrazado mucho más fuerte, que ha gustado mucho más y estamos superagradecidos porque la tunantada y la música del centro han sido los bastiones que nos han llevado a ser conocidos y queridos.
—¿Recién están explorando con nuevos ritmos?
—En realidad, nosotros en el primer disco tenemos un caporal. Desde el primer disco no está sonificado, sino que tiene mucho de diversas partes del Perú. Por ejemplo, en el disco “Generaciones” tenemos el tema “Ayer”, que nunca tuvimos oportunidad de hacerle un video, pero desde el 2016 o 2017 está en YouTube. Ahora estamos volviendo a hacer otro caporal que se llama “El bombón de mi corazón”.
Karina Benites, líder de Amaranta, asegura que nunca dejará de hacer tunantada. Foto: Sandy Carrión Cruz / La República
—¿Has recibido muchas críticas por probar con otros géneros?
—No mucho. La mayoría aplaude la versatilidad a lo que nos estamos abocando y algunas personas, que son un número bastante limitado, nos dicen que vamos a dejar de hacer tunantada. Nunca vamos a dejar de hacer tunantada, jamás de los jamases. Nunca voy a dejar de hacer música andina a pesar de que se vengan caporales, cumbia, bachatas o que se venga todo lo que se tenga que venir.
—¿Qué tan importante para ti es trabajar con diversos ritmos?
—Para un artista, el ser libre para desarrollarse en la música (es vital) y eso tiene que respetarse. Entonces, por ello (las críticas) no vamos a dejar de hacer determinados ritmos, porque es lo que amamos hacer.
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Disfrutar de la música de Amaranta, según el portal de Teleticket, tiene un costo que va desde los S/ 35 a S/1,283.00. Por ejemplo, para su evento en el Arena Santa Anita, junto a Glorias del Túpac, Los Compadres de Huancayo y Hermanos Ayvar, el costo en la zona VIP es de S/58.00 y en popular S/35.00.
Mientras que, el concierto “Serenata a Mamá”, organizado por Orus Entertainment, en el Centro de Convenciones Scencia de La Molina, el 11 y 12 de mayo, con Racices D'Jauja y Estudiantina Andina, tiene un ticket de S/166.00 en mezzanine y para la zona Mamita Golden, equivalente a un box para cuatro personas, es de S/1,283.00.
Precios para el concierto de Amaranta, "Serenata a Mamá". Foto: captura Teleticket