Dilbert Aguilar ha renacido. Tras preocupar a sus fanáticos, amigos, colegas y familiares al caer en UCI, el cantante reapareció en la campaña ‘Yo sí me vacuno’, donde decenas de artistas nacionales se unieron para grabar una canción con el fin de concientizar a los peruanos para que no dejen de completar sus vacunas para prevenir diversas enfermedades. El artista de Jaén, quien dejó la Medicina por la música, también se animó a hablar de su actual estado de salud.
En esta entrevista con La República, Esladi Edilberto Aguilar Fernández (su verdadero nombre) hace un repaso de casi 50 años de vida, habla de su faceta como compositor y de las veces que lo han ‘matado’ en redes sociales. Además, el intérprete de ‘Vuela palomita’ y ‘El mujeriego’ expresa su agradecimiento por todo el apoyo que recibió por parte del público y por el talento que le ha permitido destacar en la escena artística.
PUEDES VER: Dilbert Aguilar migró de Cajamarca para estudiar Medicina, pero la cumbia peruana cambió sus planes
—¿Por qué estás tan comprometido con la campaña ‘Yo sí me vacuno’?
—Muchos nos hemos olvidado de la pandemia, de que estábamos encerrados y restringidos de muchas cosas. Ahora todo el mundo hace su vida normal y hay gente que no le tiene fe a la vacuna. Unos por desorientación, otros porque les dijeron que no hace falta. Pero, todavía hay una cifra muy elevada de pacientes con COVID en los hospitales. Espero que, con nuestras voces y con toda la artillería que se ha armado en esta campaña solidaria, podamos llegar a más. Hoy en día estamos convencidos de que la vacuna es como, según un médico, te operaran del corazón o del riñón.
—Muchos artistas fueron cuestionados por participar en ‘Peruanos de verdad’, ¿cómo te das cuenta que te convocan solo por una buena causa?
—Cuando me convocan, siempre sé que es para algo. Mi imagen es limpia, es pura y soy muy entrador a lo que me invitan.
—¿Qué tanto cuidas el no involucrarte en temas políticos?
—Me pica la boca por hablar, quiero gritarle a tantos políticos, meter mis ‘ajos y cebollas’, pero después digo ‘no’ porque sé que hay gente que no lo va a ver bien y me van a dar de alma. Me muerdo la lengua. Igual es cuando quiero opinar de fútbol.
PUEDES VER: Nicole Zignago quiere triunfar sin la sombra de su padre: Yo lo obligué a que se separara de mí
—¿Te animas a decir hincha de qué equipo eres?
—Soy hincha del ADA de Jaén, de mi tierra (se ríe).
—Esta campaña llega poco después de haber salido de UCI
—¡Cómo no apoyar a esta noble causa!, si hace poquito he pasado por una experiencia caótica, llegar a UCI es terrible. Llegué a UCI consciente y ver todo lo que pasa a tu alrededor, es terrible. ¡Cómo no tomar consciencia de esto, cómo no querer la vida, la libertad y amar la familia! Ya pasé por esto. Entré por un problema respiratorio, estuve a punto de que me entuben. Gracias a Dios, mis pulmones reaccionaron rápido y no llegué a ese trance.
—Esos días en UCI, ¿a qué te aferrabas?
—Tenía mucho miedo porque decía ‘¿qué me puede pasar acá?, ¿dejar de existir? Mañana no estar’. Me daba miedo dejar a la familia, dejar a los amigos, dejar la vida. Eso es lo más terrible y todos los días pensaba en eso. Yo decía ‘Dios, si quieres que me vaya a tu lado, normal, pero si me das la oportunidad de vivir todavía, gracias, porque tengo hijos que educar, tengo un camino por recorrer con mi arte, tengo amigos y aparte me encanta la vida’.
Dilbert Aguilar se siente un artista valorado: “La música ha sido mi aliada y siempre he sido ovacionado”. Foto: Ana Ureta/La República
—¿Hiciste alguna promesa?
—Todo el mundo hace promesas cuando estás en la cárcel, en el hospital o cuando tienes un problema fuerte. De allí que las cumplas, es un poco duro. (En mi caso), uno le promete a Dios acercarse más a él, ser mejor hijo, ser mejor esposo, ser mejor persona y bueno y lo estamos haciendo. Si es que fallamos, somos seres humanos, hay que ir enmendando poco a poco las cosas.
PUEDES VER: Leonard León sobre videos que borró el Grupo 5: Me están tratando de decir ‘lo tuyo no sirve’
—¿Ahora valoras más el cariño de la gente y el respeto de tus colegas?
—Por supuesto. No sabía que había tanta gente que me quería de verdad porque cuando tú estás sano, con fama y con dinero; tienes muchísimos amigos a tu alrededor que ‘te quiere’ porque sabe que le puedes contribuir con favores. Pero cuando tú estás enfermo, ninguno de estos ‘amigos’ te llama, te escribe o te apoya. Allí (recién) valoras la amistad, la familia, el cariño del público, el trabajo y lo más importante, valoras la vida. Era el cuarto día y no tenía ningún resultado, si pasaba un día más, me entuban. Cuando salí, me contaron la realidad.
—¿Te sientes valorado como artista?
—Sí, mucho.
—¿Crees que hay leyes que realmente favorecen al artista?
—Hay algunas leyes que nos han favoreciendo, pero falta mucho por hacer. Hay artistas que tienen fama y se pueden pagar seguros particulares; pero los que no están en el nivel en el que están los otros, son artistas y muy buenos, no tienen seguro, viven en austeridad y no hay ninguna ley que los ampare.
—¿Cómo lidias con las constantes noticias falsas sobre tu ‘muerte’?
—Al principio, me molesté mucho porque dañan a la familia y a las personas cercanas que te quieren, dan una noticia que no es y hieren a tus hijos, quienes se sienten muy mal al pensar que su padre dejó de existir. Poco a poco, entendí que son redes sociales y no puedes lidiar con ellos. Han ‘matado’ a Lucho Paz, Tony Rosado y a mí me han ‘matado’ cinco veces. Una vez le dije a mi esposa: ‘amorcito, pellizcame para ver si estoy vivo’.
—¿Qué fue lo peor de todo?
—Una vez llamaron a mis padres a las 4 de la madrugada para darles el pésame. El día que sea cierto, ni siquiera van a tomar importancia.
PUEDES VER: Shantall Oneto a Yahaira Plasencia: Que entienda que cantamos por un propósito, no solo por los aplausos
—¿Cómo te gustaría que te recuerden?
—Como soy: un chico tranquilo, alegre, jovial. Tengo mi chispa y pongo la alegría en casa, pero ante cámaras soy un poco tímido. Cuando agarro confianza entre mis amigos, yo mismo soy.
—En agosto cumples 50 años, ¿cuál es el balance de tu carrera?
—Tengo muchísimo que agradecer a Dios porque me dio un talento y gracias a ese talento, me sentí una persona normal. Nunca me he sentido menos que otros ni por mi talla, ni por mi problema físico ni por el hecho de ser provinciano. Desde el colegio, siempre he tenido de aliada a la música, ha sido mi escudo, mi valor agregado. Siempre he sido ovacionado. Desde los 8 años, ya cantaba con mi guitarrita, era el artista de mi pueblo y era el artista del colegio. Todos mis amigos, profesores y la gente de mi pueblo me ha ovacionado y eso me ha hecho sentir (feliz). No me han discriminado para nada. Siempre me han tratado bien, me han dado facilidades en todo, he sido querido hasta en estos últimos tiempos. Pero todo es gracias a la música. Si de repente no era músico y tenía otro tipo de trabajo, no hubiese pasado eso.
—¿Te arrepientes de haber dejado tu carrera de Medicina?
—Para nada, creo que Dios me puso en el lugar perfecto y la hora perfecta para ser músico. A los 17 años llegué a Lima y no regresé a mi pueblo más que a visitarlos. Toda mi vida lo he hecho acá en Lima, me siento un limeño más, pero mis raíces son de provincia. Soy un provinciano que no ha perdido las costumbres, la humildad y el deseo de seguir surgiendo.
—¿Cómo te ha ido en tu faceta como compositor?
—Es un don que también Dios me ha regalado, de poder componer algunas canciones. No todas las canciones que he grabado son mías.
—¿Cuáles son tuyas?
—Las canciones que he compuesto, no han pegado al rango de ‘Vuela palomita’, ‘Mis últimas lágrimas’ o ‘Agonía de amor’, que son de grandes compositores que me han cedido sus obras para grabar.
PUEDES VER: Mathias Colmenares arremete contra Tony Rosado tras graves denuncias: Ahora no vale nada
—¿Eres mejor intérprete que compositor?
Sí, de repente algún día va a pegar mi propia canción.
—¿Cederías tus temas a otros artistas?
—Por supuesto. Marisol ha grabado una canción mía. También le he dado mis canciones a muchos artistas y seguiré dándoles.