Alguna vez Katia Condos dijo que la famosa expresión “dulce espera”, en alusión a la maternidad, no era así, no tenía nada de dulce.
Alguna vez también he dicho lo mismo, que no es muy dulce, sino agridulce, porque en el embarazo se siente mucho dolor corporal, es fastidioso, duelen muchas cosas del cuerpo. Entonces, digamos, el lado emocional es bonito porque lo esperas con mucho amor; pero, claro, el lado que no es tan dulce yo creería que es todo el lado corporal: subes de peso, te hinchas, te duele la cabeza, te duele la espalda. Yo creería que es una combinación agridulce, aunque también dependiendo del embarazo. En mi caso, un embarazo fue más tranquilo que el otro. En el caso de Luna (2 años, 9 meses) fue un embarazo más tranqui. Con Lara (3 meses) si fue un poco más angustiante porque teníamos un poco más de riesgo, me dolía mucho la espalda.
¿Con qué te has confrontado para este unipersonal?
Definitivamente, siempre hacer cosas en las que hables de tu vida personal te confronta mucho porque te invita a recordar cosas de tu pasado, a analizar cosas, a repetir. Si en tu unipersonal cuentas algo y lo tienes que repetir varias veces para ensayar, lo estás recordando y analizando. Entonces, creo que me ha confrontado un poquito con esta idea de la maternidad, del cómo yo he pasado de ser hija a mamá, y he entendido a mi mamá mucho más en toda esta etapa. He aprendido a admirarla mucho más, a quererla más, a valorar todo lo que hizo por mí.
Has dicho que ser mamá es un acto de amor en todos los sentidos. ¿Qué es lo más fuerte que has vivido?
Llevar a una persona 9 meses en la barriga es superfuerte, más duro para mí lo fue en el segundo embarazo, que fue un poco estresante porque tuve una condición que se llama trombofilia. Ser mamá significa entregar tu vida prácticamente.
La maternidad en los últimos años viene siendo postergada y hay quienes congelan sus óvulos. ¿Qué opinas?
Creo que en la actualidad cada vez las mujeres son más independientes, empoderadas. Muchas veces algunas les dan más prioridad a otras cosas como el trabajo, a su crecimiento personal y no sienten la necesidad de ser mamás. No tengo nada en contra de eso, me parece una opción. Claro, también creo que una cosa no tendría por qué quitar la otra. Por ejemplo, en mi caso, tengo 31 años y ya soy mamá de dos niñas y no es que nunca haya dejado de trabajar ni crecer profesionalmente. No hay que juzgar a nadie, pero en mi experiencia personal, por supuesto, ser mamá es una de las cosas más hermosas que me ha pasado en la vida y siempre voy a motivar o alentar a que pasen esta experiencia tan hermosa.
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Con dos bebés y la pandemia, ¿cómo ha sido continuar tus proyectos laborales?
Complicado. Tenía una película a estrenarse en setiembre y una obra de teatro que se paralizó. ‘Llámame mamá’ que dirige Paloma Reyes de Sá, parte un poquito también de la necesidad de seguir creando porque justamente los artistas no tenemos estos espacios en los que antes nos permitían hacer nuestras cosas. Yo he querido continuar creando y haciendo actuación, y justamente se me ocurrió hacer este unipersonal desde mi casa, que claro es toda una experiencia, porque es difícil no tener al público y hacerlo desde tu casa.
Finalmente, ¿habrá Asu mare 4 o ahora sí la saga culminó?
No, ya terminó, a menos que yo sepa. Ya fueron tres películas bastantes bonitas, una experiencia muy hermosa, pero ya está. Yo tengo entendido que Carlos (Alcántara) ya no quiere hacer otra, ahí se cerró.
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