¿Procede ese recurso de nulidad de cientos de actas promovido por Keiko Fujimori?
No. Porque implicaría una ruptura de las reglas del juego establecidas y respetadas por todos en los últimos veinte años. Han sido fundadas en las elecciones democráticas del año 2001 y han acompañado la elección de centro, de derecha e izquierda.
En el Derecho hay un elemento que es crucial, que es la existencia de mecanismos que son sostenibles en el tiempo porque no se abusa de ellos. No está en discusión en este asunto el derecho a plantear el procedimiento, es el abuso que rompe con la tradición.
¿Hay un plazo para resolver ese pedido?
Los plazos están establecidos por las normas electorales y en los actos procedimentales. El problema es que hay un tiempo político en todo esto, más allá de que los plazos se den o no, y es que una extensión de litigio electoral impide dos cosas: legitimidad al elegido y detiene un retorno a la cooperación que es propia de un estado poselectoral. Yo diría que el Perú todavía no ha entrado a un pos seis de junio (día de las elecciones de la segunda vuelta electoral para escoger al presidente de la República del Perú, entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori).
En realidad, vivimos un 6 de junio bastante largo.
De la Puente
¿Es posible judicializar estas causas electorales?
En principio hay jurisprudencia respecto de la afectación de los derechos fundamentales que podría ser objeto de judicialización más allá de los organismos electorales. Hay jurisprudencia en el Perú acerca de eso. No obstante, esta no es una discusión de carácter jurídico, normativo exclusivamente.
Si alguien pretende judicializar esto, por encima del Jurado Nacional de Elecciones creo que está abriendo ahí una caja muy oscura. Prospere o no, provocaría un enorme debilitamiento del procedimiento electoral, pues la idea de una elección es darle a un país un gobierno cierto, no un gobierno incierto o una indecisión incierta.
¿Cuál sería el costo político para Keiko Fujimori?
Ante la actual situación hay un costo político y uno económico. Creo que el político para Keiko Fujimori es el desmentido de todas aquellas ofertas de un cambio democrático, de un respeto de las reglas democráticas. A veces tengo la impresión de que la coalición que se organiza alrededor de ella le excede su condición de líder. Hay una batalla que le permite acumular fuerzas, no a la ofensiva, es a la defensiva y sus costos personales van a ser altos.
Keiko Fujimori postula por tercera vez a la presidencia. Foto: John Reyes/La República
¿Quiénes conforman esa coalición alrededor de Keiko?
Me refiero a una clara presencia de sectores empresariales, que están instrumentando la presencia de estudios de abogados, que aparecen como una especie de incrustación nada política y no tienen ninguna experiencia en legislación electoral, para empezar. Y sin conocer legislación electoral no se puede pelear, solo desde el derecho civil o del constitucional.
En los últimos treinta años se ha modificado y agrandado notablemente la jurisprudencia electoral y el tribunal ha emitido procedimientos, y ha tomado decisiones en vías de control difuso en muchas oportunidades.
De modo que no se improvisa una causa en materia electoral.
Keiko Fujimori
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