Tras ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Pedro Castillo, candidato de Perú Libre, ha dispuesto que personal de su confianza lleve a cabo las conversaciones con los partidos en Lima y el interior del país que han mostrado interés en sumarse a la campaña y con los que tienen coincidencias programáticas.
En la capital, ha depositado su confianza en Arturo Cárdenas, secretario nacional de organización; y Braulio Grajeda, uno de los voceros de Perú Libre. Ambos son los que asisten a las reuniones de más alto nivel del partido en la segunda parte de las elecciones.
Precisamente, Cárdenas es el interlocutor directo en las conversaciones que tiene Perú Libre con el partido Juntos por el Perú, que preside Roberto Sánchez y que llevó como candidata presidencial a Verónika Mendoza.
Al respecto, el acuerdo está prácticamente sellado y esta semana se debe anunciar la reunión de Castillo con Mendoza para dar a conocer el respaldo a la candidatura. El punto en común, además que son de izquierda, es que buscan el cambio frente al continuismo y corrupción que, consideran, representa Keiko Fujimori.
En una situación similar se encuentran las conversaciones con los representantes del Frente Amplio y otros grupos de izquierda que han manifestado su abierta oposición a Keiko y su apuesta por el cambio.
En el círculo cercano de Castillo también están Richard Rojas García, jefe de campaña; la abogada Dina Boluarte Zegarra, candidata a la primera vicepresidencia; y Edgar Tello, candidato al Congreso y secretario general del SUTE de Lima.
Tello es una pieza clave, debido a que es un enlace que tiene con los maestros en Lima, teniendo en cuenta que hay un sector del Sutep que se resiste a manifestar su apoyo abierto al candidato de Perú Libre, pese a que el magisterio casi en su totalidad es del sector de izquierda y se ha manifestado en contra de la vuelta del fujimorismo.
Mendoza postuló a la presidencia con el partido Juntos por el Perú. Foto: La República
En todo el país, una voz autorizada es la de Vladimir Cerrón Rojas, secretario general de Perú Libre, junto con su hermano Waldemar Cerrón, congresista virtualmente electo por Junín y secretario de ideología de ese partido.
En los diálogos con los movimientos regionales, Castillo tiene como hombres de confianza a dirigentes del partido en Cajamarca y representantes de los ronderos, que desde un principio le dieron su apoyo.
Entre ellos están Segundo Quiroz Barboza, candidato al Congreso N° 1 en Cajamarca; Jorge Spelucín Aliaga, secretario regional, quien también fue coordinador del comando de campaña en Cajamarca. Ellos forman parte del núcleo más cercano de Castillo.
Otros cuadros importantes son Guido Bellido Ugarte, candidato al Congreso N° 1 en el Cusco; y Martina Portocarrero, una de las voceras del Partido, cuyo trabajo en el interior es considerado muy importante en el círculo de Castillo.
El congresista virtualmente electo Guillermo Bermejo también es un cuadro considerado vital en el equipo de Castillo, quien viene realizando intensas actividades con sindicatos, asociaciones juveniles y se ha convertido en uno de los principales voceros y defensores de las propuestas del candidato cajamarquino.
Cerrón es el líder y fundador del partido Perú Libre. Foto: La República
En Perú Libre dan por descontado el apoyo que recibirán de Gregorio Santos y Walter Aduviri, cuyas gestiones las viene realizado Vladimir Cerrón; asimismo, esperan tener el respaldo de un importante sector del nacionalismo de Ollanta Humala en el interior del país, que se vio defraudado cuando al ingresar al gobierno dejó de lado sus propuestas de izquierda en la campaña y gobernó con el modelo de derecha.
En un principio se especuló que Castillo indultaría a Antauro Humala si llega al poder; lo cierto es que las relaciones con el hermano del expresidente no están bien encaminadas, debido a que estaría condicionando cuotas de poder, lo que ha generado malestar en la dirigencia de Perú Libre.
Un personaje que está ingresando al círculo de confianza es el general EP en retiro Wilson Barrantes, conocido por aparecer en un video invocando el derecho a la insurgencia (art. 46 de la Carta Magna) para exigir al presidente de entonces, Martín Vizcarra, que renuncie a su cargo, se someta a la justicia ordinaria y convoque a elecciones.
Infografía - La República
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