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Elecciones

El “voto duro” del sur se rompe y va por cuatro candidatos

Dispersión. Después de casi 20 años de una votación mayoritaria a favor de propuestas de izquierda o antisistema, las regiones sureñas ahora tienen diferentes preferencias. Tres candidatos se pelean los votos: Yonhy Lescano, Verónika Mendoza y Pedro Castillo. También asoma Hernando de Soto.

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La intención de voto en el sur está entre Pedro Castillo, Hernando de Soto, Verónika Mendoza y Yonhy Lescano.

Seis regiones del sur agrupan al 15.1% de electores del país: 15 de cada 100 votantes peruanos viven en Arequipa, Cusco, Puno, Apurímac, Tacna y Moquegua. El peso numérico del voto del sur equivale a la mitad del que posee Lima, que concentra al 32.9% de electores peruanos.

¿Qué tan importante es el voto sureño numéricamente hablando?

Puede ser decisivo sobre todo si analizamos la intención de voto de los actuales postulantes: la mayoría con opciones de pasar a la segunda vuelta, ya que apenas tiene entre el 8 y 12% de intención de voto.

Una votación en bloque del sur podría poner a quien quisiera en segunda vuelta, como ocurrió en los procesos electorales de 2001 con Alejandro Toledo y en 2006 y 2011 con Ollanta Humala. Y casi consigue llevar al ballotage a Verónika Mendoza en el 2016.

Sin embargo, esta vez, a menos de una semana para las elecciones, queda más evidente que el voto del sur, como señala el analista Gonzalo Banda Lazarte, se atomizará o repartirá en torno a cinco candidatos de variada tendencia política. “Es que hay varios candidatos competitivos que representan a algún sector del sur peruano”, explica Banda.

No habrá en el sur -como ocurría en elecciones pasadas- una votación homogénea a favor de la izquierda o un candidato con propuestas radicales o antisistema. “Tal cual sucede con la desaparición del ‘sólido norte’ -durante décadas patrimonio exclusivo del Apra-, también en el sur se observa la pérdida de dominio de las opciones de izquierda”, analiza el catedrático de la Unsaac, Alberto García Campana.

El voto del sólido sur se fragmenta a favor de las postulaciones de Yonhy Lescano (Acción Popular), Verónika Mendoza (Juntos por el Perú), Hernando de Soto (Avanza País) y Pedro Castillo (Perú Libre). Incluso este electorado es seducido por las postulaciones de Rafael López Aliaga (Renovación Popular) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular).

“Si juntas a Lescano, Mendoza, Castillo, De Soto o López Aliaga podrías decir que estos son candidatos con propuestas políticas distintas, pero el acento en ellos es proponer cambios de fondo en ciertas estructuras, unos más en las económicas, otros más en las políticas”, refiere Gonzalo Banda.

La homogeneidad de los últimos 20 años en la votación de los electores del sur se rompe. La última encuesta de Datum, aplicada entre el 27 y 29 de marzo, es decir, antes de los debates, pone de manifiesto que Lescano cosecha el apoyo del 23%, seguido de Mendoza con el 8% y Castillo con 7.5%. Pero la preferencia de Lescano no es rotunda. Según la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IPE) el acciopopulista está empatado con Hernando de Soto con 25% y solo a tres puntos figura Verónika Mendoza. Este sondeo se hizo una semana antes de Datum.

Las dos encuestadoras dan aún un alto porcentaje de ciudadanos que aún no decidió su voto. Nada está definido.

Lescano se encuentra liderando las últimas encuestas. Foto: Aldair Mejía/ La Repúbica

Las localías

Es una contienda donde las “localías” tendrán un papel determinante. Por ejemplo, de acuerdo al actual panorama, Puno votará mayoritariamente por su hijo predilecto, el acciopopulista Yonhy Lescano, mientras que Cusco hará lo mismo por la cusqueña Verónika Mendoza. Algunos sondeos locales también han empezado a marcar esa tendencia.

Y Arequipa, según el sondeo de intención de voto de Amakella, empieza a mirar a Hernando de Soto como una posibilidad, en segundo lugar, a cinco puntos porcentuales de Lescano.

De Soto empieza a parecerse a Pedro Pablo Kuczynski de la elección del 2016. Aquel año PPK solo ganó en la región mistiana, mientras que Mendoza arrasó en las otras regiones sureñas. Al respecto, Banda sostiene que lo de De Soto es una suerte de “voto aspiracional como ocurrió con PPK, es el voto del sector A y B que ve a De Soto como un candidato admirable y al que pueden darle el voto”.

Ahora, las preferencias de las otras regiones se la disputarán estos tres candidatos mencionados y Pedro Castillo por Perú Libre. Este ha empezado a ganar terreno en esta parte del país. Castillo podría terminar quitándole votos a Mendoza en el sur y así sacarla de la segunda vuelta, como ocurrió en 2016 con Gregorio Santos (MAS Democracia) .

Para el analista Gonzalo Banda este aspecto será determinante en una elección tan cerrada. “El flujo migratorio del Cusco no es tan continuo como el de Puno sobre las regiones del sur. Y este elemento territorial en política es básico”.

Hernando de Soto. Foto: Aldair Mejía

Representación fraccionada

Todo apunta, dice García Campana, a que esta vez tampoco habrá una fuerza mayoritaria en esta parte del país y en consecuencia las curules serán repartidas entre cuatro o más agrupaciones políticas sin preeminencia de ninguna de ellas.

“Este fenómeno podría explicarse por la pérdida de lealtades políticas, así como por las constantes decepciones que dan lugar a insospechadas mutaciones del electorado que apuesta más por personas que por proyectos o programas”, precisa García Campana.

A esto debe sumarse la falta de liderazgo y la escasez de cuadros, debilidad que es común a todas las organizaciones políticas que, como en este caso, deben salir a buscar en el mercado independiente figuras que les generen alguna presencia electoral.

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