En el Perú, los problemas económicos pueden representar una gran carga para muchas personas. Las deudas bancarias, en particular, pueden volverse difíciles de manejar, sobre todo cuando los acreedores insisten en su pago. Sin embargo, el Código Civil peruano establece un plazo de prescripción para las deudas bancarias, lo que implica que, tras un tiempo determinado, estas ya no pueden ser reclamadas judicialmente. Conocer estos plazos es fundamental para quienes atraviesan dificultades financieras.
Conoce, con base en el Código Civil, cuántos años deben pasar para que una deuda prescriba y qué debes tener en cuenta si te encuentras en una situación de este tipo.
Según el Código Civil peruano, las deudas bancarias prescriben después de 10 años. Esto significa que, si el acreedor no inicia acciones judiciales durante este período, pierde el derecho de exigir el pago de la deuda a través de los tribunales. Este plazo es especialmente relevante para quienes, por diversos motivos, no han podido cumplir con sus compromisos financieros.
Es importante destacar que la prescripción de deudas no se aplica automáticamente. El deudor debe solicitarla ante la entidad correspondiente.
Aunque una deuda haya prescrito, es crucial señalar que esta no desaparece del historial crediticio del deudor de inmediato. Las entidades financieras y empresas de crédito, que mantienen un registro de las deudas incluso después de que hayan prescrito. Esto significa que, aunque el acreedor no pueda exigir legalmente el pago, el historial de crédito del deudor seguirá reflejando la deuda por varios años más.
Este registro puede afectar la calificación crediticia de una persona, dificultando la obtención de futuros créditos o préstamos. Por lo tanto, es recomendable que, incluso en caso de prescripción, el deudor busque resolver sus deudas con el banco para evitar complicaciones en el futuro.
El proceso para solicitar la prescripción de deudas bancarias debe realizarse ante un tribunal. Para ello, el deudor debe demostrar que han pasado los 10 años establecidos por el Código Civil sin que el acreedor haya empezado un proceso judicial. Una vez que el tribunal verifica que se cumplen estos requisitos, puede declarar que la deuda ha prescrito.
Es importante recordar que, si el acreedor pone en marcha una demanda antes de que se cumpla el plazo de prescripción, la deuda seguirá siendo exigible. Por ello, quienes se encuentran en situaciones de deuda prolongada deben estar atentos a las acciones de los acreedores y, en caso de que no haya un proceso judicial, considerar solicitar la prescripción para liberarse de la carga económica.