El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha estimado que la economía peruana podría alcanzar un crecimiento cercano al 4% al finalizar el 2024. Carlos González, viceministro de Economía, explicó que el país ya está en plena recuperación, con una proyección de crecimiento de 3,2% para este año, pero destacó la posibilidad de un repunte mayor si se concretan las decisiones económicas correctas. "Podemos ser un poco más optimistas y anticipar una tasa de crecimiento cercana al 4% al cierre de 2025", afirmó.
Además, González subrayó el interés de inversionistas extranjeros por el Perú. En reuniones con empresarios en Nueva York y Brasil, percibió un entusiasmo creciente por apostar en el país, lo que refuerza la expectativa de una mejora económica sostenida. "El optimismo es compartido y creo que las inversiones serán clave en este crecimiento", comentó.
Durante la firma de concesión de tres proyectos eléctricos, impulsados por la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión), el viceministro destacó el papel crucial que juegan las inversiones en infraestructura. "Estos proyectos no solo aumentan la oferta de energía en el país, sino que también mejoran nuestra competitividad", señaló González, haciendo referencia a proyectos como los del eje Callao-Chancay, que facilitarán el desarrollo de sectores como minería, agricultura, pesca, forestal y manufactura.
El crecimiento de la infraestructura energética en Perú no solo apunta a cubrir la demanda interna, sino a fortalecer las capacidades del país para competir a nivel global. Estos avances son vitales para aprovechar al máximo los recursos naturales y el talento local, impulsando la competitividad de diversas industrias.
ProInversión, la agencia responsable de promover la inversión privada en el país, se ha fijado una ambiciosa meta para este año: alcanzar los 8,000 millones de dólares en inversiones, cifra que cuadruplica lo registrado en 2023. Según el viceministro González, ya se han asegurado 6,000 millones de dólares en lo que va del año, lo que deja un reto final de 2,000 millones para cumplir el objetivo.
"Este desafío no solo refleja el enfoque proactivo del MEF, sino que también es un indicativo de la confianza que tienen los inversionistas en el Perú", aseguró González. Alcanzar esta meta sería un logro significativo para la economía peruana, consolidando al país como un destino atractivo para el capital extranjero y fortaleciendo su base económica.
Infraestructura energética. Foto: Andina
Aunque el crecimiento estimado para 2023 es de 3,2%, las expectativas del MEF apuntan a un posible repunte más cercano al 4% en 2024, dependiendo de la ejecución de decisiones económicas clave. "El escenario podría ser aún más favorable si logramos mantener el ritmo de las inversiones y la estabilidad económica", afirmó González.
El interés de los inversionistas internacionales, sumado a los esfuerzos del gobierno para mejorar el clima de inversión, es visto como un factor determinante en este optimismo económico. Las inversiones en infraestructura, energía y sectores estratégicos no solo buscan dinamizar la economía en el corto plazo, sino también crear las condiciones necesarias para un crecimiento sostenido a largo plazo.