Exportaciones peruanas cerrarían el 2024 con un crecimiento de 1,9%, pese a la existencia de riesgos en el escenario global y nacional, según proyecciones del jefe de Estudios Económicos e Inteligencia Comercial del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores CIEN-ADEX, Gabriel Arrieta Padilla.
Los despachos lograron un récord en el 2022, avanzando 4,5%; no obstante, en el 2023 caerían -1,3%, pero la situación variaría levemente en el 2024, señaló Arrieta durante su presentación en el II Encuentro Diplomático Exportador de Invierno ‘Panorama actual y proyecciones 2023-2024’.
“El próximo año los envíos nacionales sumarían US$64.064 millones, de los cuales US$44.196 millones serían tradicionales y US$19.868 millones no tradicionales. La pesca no tradicional y acuicultura aumentarían 18%, pero la pesca tradicional caería -30,9%.”, puntualizó.
Los riesgos que incidirían en los resultados de crecimiento de la economía peruana este 2023 y 2024 son el impacto de los fenómenos climáticos como El Niño Costero y el Fenómeno de El Niño Global (segundo semestre del 2023 y primer trimestre del 2024); así como posibles protestas sociales que provocarían cierre de carreteras, aeropuertos, daños a propiedad pública y privada y la paralización de producción.
Arrieta también alertó del estancamiento de la economía mundial en el 2023 y 2024, años en los que crecería 3% en promedio, 0,5% menos respecto al 2022 (3,5%). Los 2 principales mercados de la oferta nacional: China y EE. UU., cerrarían este año en 5,2% y 1,8%, respectivamente; sin embargo, en el 2024 las tasas serían de 4,5% y 1%.
Una situación diferente se observaría en la Eurozona y América Latina y el Caribe, que luego de experimentar tasas de 0,9% y 1,9% este año, respectivamente, lograrían un alza de 1,5% y 2,2% en el 2024.
De esta manera, los principales factores de riesgo en el escenario global serían la desaceleración de los principales socios comerciales, el desafío en la disminución de la tasa de inflación y posibles aumentos en las tasas de interés, la aplicación de medidas no arancelarias, la continuación del conflicto Rusia-Ucrania y los problemas en las rutas de transporte internacional.
“Un ejemplo es lo que ocurre en el Canal de Panamá, lo que repercute en el incremento de los costos de las empresas exportadoras y, en consecuencia, en su competitividad”, comentó.