Los productos orgánicos peruanos están cobrando mayor popularidad internacionalmente. Al 2022, las exportaciones de estos alimentos superaron los US$628 millones, de acuerdo con cifras de Promperú.
Entre los que tienen más demanda están el café, cacao, banano, quinua y castaña, precisó Patricia Aguilar, directora de la Dirección de Acreditación del Instituto Nacional de Calidad (Inacal).
Otros que también están dentro de la canasta orgánica son la maca, lúcuma, jengibre, sacha inchi, castaña y el aguaymanto.
Además, según el Midagri, al cierre del año pasado se registraron 50.000 hectáreas de estos cultivos en 23 regiones y cerca de 110.000 productores agropecuarios orgánicos.
El principal destino de exportación es la Unión Europea, que recibe el 80% de producción. Destacan también las salidas a Estados Unidos, Países Bajos y Alemania.
La acreditación para certificación en el país se viene impulsando desde el 2020, tras la entrada en vigencia del DS n.° 002-2020 del Midagri, que modificó el DS n.° 044-2006-AG y autorizó un nuevo reglamento técnico de productos orgánicos.
Recientemente, la Inacal acreditó a 7 organismos —CAE América, Ceres Perú, Certimaya, Control Union Services, Ecoser Perú, Kiwa Perú y Letis Perú—, que ya se encuentran operando en Lima, para que establezcan lineamientos que incentiven la producción y comercialización de alimentos cultivados y procesados orgánicamente.
No obstante, pese al fomento del Estado, los productores han advertido que enfrentan dificultades para acceder a la certificación de sus productos, como es el caso de los granos andinos cañihua y kiwicha.
“En Cusco, Chumbivilcas y Ranracancha tenemos cooperativas que hacen producción limpia, sin químicos, pero no es fácil acceder a las certificaciones por los elevados costos que implica”, expresó Soraida Condori, gerente general de la Central Agroandina del Perú.
A esto se suma que los procedimientos son extensos y duran hasta tres años. En ese sentido, Condori recalcó que la producción experimenta una disminución que impacta directamente a los productores, y que en la actualidad, no hay políticas gubernamentales que proporcionen subsidios.
Un caso contrario es la quinua certificada, que tuvo resultados favorables para el 2022, donde exportó US$100 millones, según datos del Midagri.
Sin embargo, la campaña de abril y mayo se ha visto afectada por causales climáticas y ha presentado una caída del 40% a comparación del 2022.
“Las exportaciones van a disminuir, actualmente tenemos un mercado muy exigente por la fuerte competencia de Europa y Asia, que también están produciendo quinua orgánica”, señaló Soraida.
Entre las principales causas de la baja está la sequía,que se vivió durante el 2022 y los problemas sociopolíticos que paralizaron la producción en cooperativas de Cusco, Puno y Apurímac.
Para la siguiente campaña, que se inicia en septiembre, y cuya cosecha se dará entre abril y mayo del 2024, se espera que las condiciones mejoren.
Por su parte, la exportación FOB del café, el principal producto de expedición orgánica al 2022, según Lorenzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), tuvo durante los primeros 5 meses del 2023 una baja de -63,8% en comparación al año pasado.
El importe económico de US$10,9 millones para mayo ha presentado un retroceso de -23,1% , según datos del INEI.
Pese a ello, se avizora un panorama positivo y que a partir de agosto hasta febrero los volúmenes de salida suban, afirmó Castillo.
La principal ventaja de contar con una certificación son las facilidades en exportaciones. “Los organismos acreditados emiten documentos que son reconocidos a nivel internacional. El productor ya no necesita volver a analizar ni certificar sus productos en el mercado de destino extranjero”, informó Aguilar.
A ese suman otros beneficios como la mejora en la calidad del alimento, que al pasar por los análisis respectivos confirma que no contiene algún residuo inocuo que afecte la salud de los consumidores o al medio ambiente, precisó también la especialista.
En los siguientes meses se acreditarán tres nuevos organismos para certificar: Bio latina, Imocert Latinoamérica y Bureau Veritas.