La pandemia del COVID-19 agrava sus golpes en Estados Unidos. La semana pasada, más de 6.6 millones de personas solicitaron el subsidio por desempleo al Gobierno.
Considerando el estancamiento de las actividades comerciales a causa del coronavirus, a la fecha poco más de 16 millones de ciudadanos han perdido su puesto laboral, según informa el Departamento de Trabajo.
Asimismo, este total triplicó las expectativas de los analistas, quienes estimaron que la crisis sanitaria solo dejaría 5.25 millones desempleados.
Cabe resaltar que estas solicitudes por pérdida de trabajo no reflejan la realidad que vive Estados Unidos, ya que los independientes y las empleadas sin contratos no tienen la capacidad de acceder a este beneficio del Gobierno.
La Oficina de Presupuestos del Congreso, un órgano no partidista, señaló que la tasa de desempleo podría llegar al 12 % al final del segundo trimestre del año (ubicada actualmente en 4,4 %), y que su economía entrará en recesión.
El Congreso aprobó el mayor estímulo fiscal de la historia, valorizado en 2 billones de dólares, para contrarrestar los estragos del COVID-19. Dentro de ellas están: la ampliación de la cobertura por desempleo, trasferencia directa de efectivo a los hogares y fondos para subsidiar a las pymes.