Un malestar constante en la sociedad nacional es la alta tasa de delincuencia. El 50% de peruanos considera que la situación no cambiará al final de este gobierno, según una última encuesta de Pulso Perú. Mientras que otro 24% afirma que los robos, asaltos y hurtos aumentarán en el país, lo que refleja el temor de una población impotente ante los actos criminales que afectan a todos.
Una persona que sufrió el robo de sus pertenencias, además de que le puede generar un shock emocional, le provoca una pérdida a sus finanzas personales que termina por desequilibrar su presupuesto mensual o anual. Si eso puede causar en un solo ciudadano, ¿cómo afecta la gran cantidad de actos delictivos en el Perú en la macroeconomía nacional?
“Los actos criminales representan un costo altísimo para la sociedad: la seguridad no solo es la base para ejercer otros derechos civiles, como el derecho al trabajo, a la libre circulación y residencia, a la asociación y a la reunión, sino que, además, tiene un costo económico real para los países que los padecen”, explicó Edmundo Lizarzaburu, profesor de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN.
El docente agrega que las inversiones de los empresarios y la demanda de los compradores podrían disminuir a raíz de los actos delictivos en contra de ellos, por lo que esto terminaría perjudicando al producto interno (PBI) del país.
“El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el 2017 calculó el costo promedio del crimen en Latinoamérica como un 3,6% del PBI que, a su vez, representa el gasto en infraestructura y el ingreso del 30% más pobre de la región. El crimen producto de la inseguridad puede afectar entre 1 y 3% el PBI en el Perú, según el BID”, señala el especialista.
El docente recomienda que el exceso de bandas delincuenciales podría alejar la inversión extranjera y contraer el consumo, debido al temor a salir a comprar en algunas personas, lo cual sería perjudicial para la economía peruana.
“A nivel de consumo este podría contraerse en las zonas de mayor “índice de inseguridad”. Un motor de la economía es el consumo y si este se detiene, es posible una desaceleración o enfriamiento de la economía, esperemos no llegar ese punto”, advierte.
El profesor Lizarzaburu recomienda estar prevenidos ante cualquier eventualidad y no llevar fuertes sumas de dinero, sobre todo, los empresarios de pequeña y mediana empresa (pyme) o de micro y pequeña empresa (mype), quienes serían los primeros afectados por la ola delincuencial en el país.