Cargando...
Domingo

Innovadoras peruanas en el Women in Tech Awards 2024

Natalia Vargas, con solo 19 años, ha transformado su amor por las estrellas en un proyecto que inspira a jóvenes a explorar las ciencias espaciales. Melissa Amado, pionera en la tecnología minera, ha llevado su innovación más allá de la Tierra. Ambas representan a Perú en uno de los certámenes más importantes del mundo tecnológico.

larepublica.pe
Natalia y Melissa representan a Perú en un prestigioso concurso mundial. Foto: composición LR/Félix Contreras/La República/Melissa Amado/cortesía

Dos peruanas triunfaron en el Women in Tech Awards 2024, un concurso internacional que premia a mujeres destacadas en el ámbito de la tecnología. El certamen fue convocado primero a nivel de América Latina. Las ganadoras competirán en la edición global, en noviembre. ¿Quiénes son las representantes de Perú?

Natalia Vargas: Astranova

Siempre me ha gustado ver las estrellas”, expresa Natalia Vargas, de 19 años. Desde pequeña, su actividad favorita ha sido mirar el cielo nocturno y apreciar los puntos brillantes. Asegura que desde su casa en Chaclacayo se pueden ver muchas si está despejado. Cuando en sexto de primaria le preguntaron qué quería ser de grande y no supo qué responder, dijo que estudiaría Astronomía. “Empezó como un juego, pero se volvió real”, afirma.

Ya en secundaria, recordó lo que decía de chica y buscó informarse al respecto, con videos de YouTube. Durante sus últimos años de colegio, se levantaba a las 5 a.m. para alistarse, tomar el bus y llegar a sus clases en La Molina. Su escuela era preuniversitaria, pero aprendía de astronomía por su cuenta. No encontraba ferias o grupos científicos.

“Comencé a buscar mis propias oportunidades y pensé: si en el ambiente en el que estoy no se dan, puedo crear unas”, recuerda. Esa fue la chispa que detonó Astranova. En ese momento, Natalia solo era una estudiante de último año que veía que en Perú no hay mucho fomento de las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Hoy dirige un proyecto que fomenta el gusto por las ciencias en estudiantes, mientras se prepara para una carrera de Astrofísica o Ingeniería Aeroespacial.

“Se debe capacitar a los más jóvenes. Se les puede decir ‘tú también puedes desarrollarte en estas áreas’. Ese era mi objetivo con Astranova”, explica Natalia. Tuvo la idea de crear un campamento de ciencias espaciales y se la comentó al director de Clubes de Ciencia, una asociación que organiza proyectos educativos no formales en STEM.

“Trabajamos como un mes. Hice más de diez documentos, me encargué de la logística y el cronograma”, cuenta. Luego, la joven que no encontraba oportunidades convocó a voluntarios para que apoyen el proyecto que sería una oportunidad para otros jóvenes. Se optó por que fuera virtual y presencial.

“Quería que sea a nivel nacional. Por eso también se dio de manera gratuita”, expresa la directora de Astranova, quien además elabora todo el contenido del Instagram astranova_pe.

Alrededor de 140 estudiantes de secundaria se apuntaron para la edición presencial de Misión Kosmos, el primer campamento espacial en Lima, con seis días de duración y con sede en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). “Tuvimos que elegir 50 tripulantes”, comenta Natalia. Luego de cada clase, había una actividad para la puesta en práctica de los conocimientos.

El campamento de ciencias aeroespaciales Misión Kosmos se realizó en la Facultad de Ciencias de la UNI. Foto: Natalia Vargas

Los tripulantes fabricaron sus propios cohetes hidropropulsados, un dispositivo creado con botellas de plástico, agua y la tercera ley de Newton. “Llevaron sus materiales, se agruparon para crearlo, lo colorearon. Premiamos al mejor cohete”, relata Natalia con brillo en los ojos, aunque confiesa que nunca ha fabricado uno.

Pero Natalia podría estar cerca de conocer un cohete real. Ha sido aceptada en el International Space Programme: puede visitar una sede de la NASA, vivir la experiencia de un astronauta en entrenamiento y concursar con un proyecto. “Fui seleccionada el año pasado, pero aún no lo puedo concretar por el financiamiento. Estoy en búsqueda de apoyo”, expresa.

Melissa Amado: primera StartUp minero-tecnológica

Melissa Amado tenía 18 años y una prometedora carrera de Negocios Internacionales en la USMP cuando un profesor preguntó en su aula si a alguien le interesaba hacer sus prácticas en una mina. “Ahora, muchos piensan que estudié Ingeniería de Minas”, comenta diez años después.

Viajó a Lima a los 16 años, desde Huánuco, para estudiar. El punto de encuentro entre minería y su carrera fue la logística. “Nos enseñan a negociar con proveedores, a ver cómo lograr el mejor abastecimiento para diferentes industrias”, explica. Melissa ingresó a esta área y en su primer día de práctica se topó con 17 compañeros y ninguna otra mujer.

Se quedó seis años, en los que fue ascendiendo. “Fue muy retador. Había personas que decían: ‘pero si no eres ingeniera, ¿qué haces acá?’. Me tuve que dar mi lugar con mi talento y me preparé mucho”, confiesa. Luego, decidió emprender. Junto a Jorge Lozano, crearon tecnología para el sector minero.

“En enero de 2020, creamos la primera StartUp minero tecnológica. Desarrollamos softwares que con inteligencia artificial predicen el comportamiento de operaciones mineras”. Con Deep pit Technology, se volvieron pioneros en crear tecnologías para minería en Latinoamérica. Su paso por la tecnología no se limitó a un sector. Su mirada apuntó hacia el espacio.

4- Amado trabajó seis años en el sector minero antes de crear la primera empresa de mining tech en Latinoamérica. Foto: Melissa Amado/cortesía

“Ganamos un challenge de la NASA con un software con el que logramos predecir las tormentas solares que llegan a la Tierra”, dice emocionada. Junto con su equipo, decidió convertir el premio en un negocio. Cuenta que desde niña jugaba con pequeños cohetes. “Mi mamá me incentivaba a ser creativa y siempre estuvo en mí la pasión por la tecnología”, expresa.

Melissa fundó BeE3 Lab Tech, una StartUp con tres pilares: mining tech, space tech y un tercer pilar que recién será implementado. “Hemos construido un software que ayuda a medir la calidad del aire y predecir qué lugares son más contaminados que otros”, revela.

Francia a la vista

“Women in Tech Latinoamérica Award es un reconocimiento a todas las mujeres que han generado un impacto en el sector tecnológico para motivar a otras”, señala Marcela Olivieri, directora de la iniciativa en Perú. Natalia recibió el premio adolescente aspirante y Melissa, el premio a la propuesta más disruptiva.

“Realizamos un proceso exhaustivo para evaluar las nominaciones. No es que se mida qué tantos premios hayan ganado, sino el impacto en el rubro”, explica. Las postulaciones para concursar son gratuitas y pueden hacerlo las niñas desde los 13 años.

“Todos podemos generar tecnología, ese será mi mensaje cuando vaya a Francia. Llevaré mi bandera peruana a demostrar que las mujeres en Latinoamérica sí podemos”, expresa Melissa. Natalia aún no sabe si podrá costear el viaje, pero está orgullosa de representar a las jóvenes de Perú. El 14 de noviembre, el jurado de WIT Global evaluará quiénes son las ganadoras de cada categoría a nivel mundial.