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Domingo

Daniela Campos: una mano en las cuerdas

La deportista nacional volvió de Chile con la medalla de oro en la competencia de paratiro con arco. Ahora, su flecha apunta a París, a la caza de los Juegos Paralímpicos 2024.

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Sesión en el estudio fotográfico de La República. Foto: Antonio Melgarejo - La República

Muchas cosas se pueden decir. Pero vayamos a lo esencial, y lo esencial es que desde las primeras veces que tomó un arco recurvo, o desde aquella ocasión en plena cuarentena y a través de Zoom cuando, gracias a la asociación Paramás —dedicada a fomentar el deporte en personas con y sin discapacidad—, conoció la disciplina que la llevaría a la cima del podio, desde aquellos momentos precisos e inaugurales que, de manera ascendente, la convencían de que esto era lo suyo, de que lo hacía bien, más que bien, desde aquel pasado no tan remoto en que descubrió, sin buscar demasiado, el arte ancestral del tiro con arco, Daniela Campos Marzano sintió dentro de ella que sí, que por supuesto que sí, que era aquí donde quería estar.

Luego, lo que ya sabemos: el esfuerzo, los entrenamientos, la competencia y una medalla de oro, la primera en su especialidad, en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023. En la mitad del camino recorrido, pareciera que esto no ha sido otra cosa que la gravedad de la tierra haciendo su trabajo, es decir, que todo ha ido cayendo por su propio peso.

La cazadora detrás del arco

Ahora tensas la cuerda, sostienes con fuerza la empuñadura del arco. Apuntas al corazón de tu presa. Sientes el sudor cayendo por una mejilla, aguantas la respiración antes del tiro de gracia. Y disparas. Así ha sido durante siglos. Solo que, en este caso, del otro lado no hay una gacela inofensiva ni un temerario guerrero espartano, sino la diana, una inmóvil circunferencia con aros concéntricos que califica, del 1 al 10, la precisión del deportista. No podría ser de otra manera, porque Daniela, la premiada arquera Daniela, la que en competencias y en fotos —y en esta entrevista— pone gesto y mirada y postura de cazadora infalible, es en realidad una vegana empedernida. Por propia convicción, no consume nada que involucre sufrimiento animal, y lleva esta consigna como una medalla más en su carrera. Es una ironía bastante honorable: pese a tener el poder de atravesar con la flecha al más avispado de los oponentes, Daniela escoge, todos los días, desviar el arco hacia el camino menos violento.

Esto no impide, por supuesto, que la adrenalina sea la misma que hace miles de años.

—Me ayudó mucho en mi concentración, en mi respiración, en enfocarme solo en el objetivo –dice Daniela, sobre el deporte que la apasionó–. Y me sentía muy poderosa con el arco.

Una palabra: mielomeningocele. Es posible que algunas personas no sepan lo que significa. Daniela Campos, en cambio, la conoce desde su nacimiento. Es el tipo más grave y más común de la espina bífida, condición congénita que ocurre cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman correctamente, lo que provoca un saquito de nervios que sobresale por la espalda del bebé. A raíz de ello, perdió la movilidad en un pie, un detalle que la convierte en ‘paratleta’ en lugar de atleta, o ‘paradeportista’ en lugar de deportista, como si la breve casualidad de haber nacido con una discapacidad la separara del estado natural de las cosas. Y, sin embargo, para Daniela, su existencia física, tal cual es y siempre ha sido, es el verdadero estado natural de las cosas.

La deportista o paradeportista —en el fondo, ambos términos apuntan a la misma pasión, la misma entrega, la misma victoria— concibe una visión del mundo en que la diversidad de las personas sea justamente representada, y ha llevado esta idea a todos los terrenos.

"Por propia convicción, no consume nada que involucre sufrimiento animal, y lleva esta consigna como una medalla más en su carrera". Foto: Antonio Melgarejo - La República

Daniela viste a la moda

Si tuviera que nombrar aquello que la define ante el mundo, Daniela Campos no solo escogería su faceta como deportista profesional. Así como lleva el uniforme peruano en todos los torneos, no está menos orgullosa de aquellos diseños propios en los que imprime su sello particular. Porque Daniela es conocida por su destreza en el tiro con arco, sí, y también lo es por su destreza como diseñadora de modas. Podríamos decir que esta credencial se la otorga el hecho de que va en el último año de Diseño y Gestión en Moda, pero lo cierto es que ella siempre ha sido diseñadora, incluso antes de que el deporte llegara a competir por un espacio de su agenda.

—La moda sí es una pasión que empezó desde muy chiquita. Me gustaba dibujar, pintar, romper mi ropa para formar cosas nuevas –dice, con la naturalidad de un dadaísta–. Y darme cuenta de lo que me gustaba vestir.

Concentrada y satisfecha en la final de tiro con arco en los Parapanamericanos de Santiago 2023. Foto: Antonio Melgarejo - La República

Hay una exploración, siempre. Ritos de paso. Cosas que se alejan y otras que se acercan. Daniela, que ahora tiene 24 años, preferiría que no le recuerde lo que hacía apenas dos años atrás. Hay, ha habido, una exploración: los videoblogs, la poesía, entre otros gustos que quedaron en el camino para dar paso a sus dos proyectos principales. Claro que, cuando no está desfilando sus diseños en pasarelas ni ganando medallas internacionales, Daniela no deja de ser una chica que disfruta el teatro, el cine, las galerías de arte. Incluso, se reconoce como una activa creadora de playlists. Si la diversidad es una palabra que define su estilo, también lo hace en la música: electro, dark wave, folk, pop, rock, son algunos de los géneros en los que se sumerge para entrenar o para relajarse, para evocar las emociones pasadas y las competencias futuras.

Todo esto lo cuenta Daniela entre la complicidad y el recelo ante lo que decide revelar. Toma muy en serio que algunos aspectos de la vida se disfrutan mejor cuando los micrófonos están apagados.

—En esta era digital, tú puedes elegir qué mostrar en tus redes sociales y qué no. Y lo que yo muestro es 100% lo que soy, pero no 100% mi día a día.

La manzana de Guillermo Tell está puesta ahora en los Juegos Paralímpicos de París 2024, a los que quedó clasificada. Viendo en retrospectiva, Daniela escoge agradecer a Paramás, a la Asociación Paralímpica del Perú, a la Federación de Para Tiro con Arco, al IPD, a Legado.

Incluso, ya desde ahora, está armando la playlist para el próximo año. No me quiere decir qué canciones incluirá.