Nilton Soto, de arquero a medallista panamericano y empresario: "No se puede vivir del deporte"

Una de las 32 medallas que ganó el 'Team Perú' en los Juegos Panamericanos 2023 fue gracias a Nilton Soto, quien obtuvo el bronce en lucha grecorromana. El deportista, que consiguió su segunda presea en unos juegos panamericanos, luego de haber logrado el mismo lugar en Lima 2019, confesó que trabaja duro y sueña con llegar a los JJ. OO. de París 2024. En entrevista para La República, Soto dio a conocer detalles de su carrera, de su vida personal y de sus aspiraciones.

―Vienes de familia deportista, de luchadores, ¿cómo fue crecer en ese ambiente?

―Al inicio no me gustaba la lucha, desde muy niño la hice, a los 7 u 8 años, pero no me gustó mucho. Le dije a mi papá: "No me gusta la lucha, ¿me podrás entender?". Y me dijo: "Bueno, si no te gusta, qué vamos a hacer". Cuando tenía 11 o 12 años, solo estudiaba por las mañanas y no hacía nada por las tardes, entonces mi papá me dijo: o estudias o entrenas. Así que empecé a entrenar por obligación, entré a un torneo y me ganaron. Yo soy muy picón y dije que no me puede ganar, empecé a entrenar con ganas de aprender para ganarle a ese chico. Al siguiente torneo fui, le gané y me ganó otro muchacho. Ahí dije que no puedo entrenarme para ganarle a alguien, tengo que entrenar para ganarle a todos, para ser campeón. Empecé a entrenar, a ganar y le agarré el gusto, hasta que agarré el equipo nacional, tuve mi primer viaje y, bueno, todo. Gracias a eso tenemos lo que hoy en día se tiene.

―Antes practicabas fútbol, ¿cómo fue esa etapa?, ¿en qué momento lo dejaste ir?

―Yo quería ser arquero. A mí me gustaba tapar, bastante. A veces jugaba como para salir un poco del arco. Hacía las dos cosas. Iba a entrenar lucha el lunes, miércoles y viernes, luego entrenamiento de arqueros los martes y jueves. Pero cuando empecé a entrenar para ser campeón, iba una vez a la semana a las clases de arquero, otras veces ni iba. Yo veo fútbol cuando juega Perú, ahí sí estoy de todas maneras mirando atento. Si tuviera que escoger un equipo, sería Alianza Lima, pero no es como que esté atrás, será que mi familia es de Alianza.

―Has tenido varios logros en tu carrera, el último que es la medalla de bronce en Santiago 2023, ¿a qué consideras que se deben todos estos triunfos?

―Siempre lo he dicho, creo que la disciplina es algo importante. Yo no me considero una persona talentosa, sino una persona disciplinada, que hace las cosas cuando las tiene que hacer, que hace lo que la mayoría no quiere hacer y que está para grandes cosas, pero todo creo que se basa en la disciplina. Yo siempre he valorado eso. Creo que eso ha venido dando sus frutos, quizás no siempre, pero de a poco se va mejorando y eso está reflejándose hoy.

―Debes tener un horario bien establecido. ¿A qué hora despiertas?

―Ahora, que estoy en una etapa diferente de mi entrenamiento, estoy en universidad también y tengo un pequeño hijo, tengo que levantarme a las 5 para el entrenamiento, regreso a mi casa para llevar a mi hijo al colegio y luego irme a estudiar, y me paso a mi segundo entrenamiento en la tarde, después llego a mi casa en la noche. Así es la mayoría de días.

―¿Cómo manejaste tu carrera durante la pandemia?

―La pandemia nos agarró en Canadá, justamente para ir clasificatorio para Tokio, tuvimos que quedarnos allá 15 días, no había aviones para poder llegar porque cerraron al aeropuerto. Cuando llego acá, no sabíamos realmente qué iba a pasar, no estuvimos en casa, en ese tiempo no se podía ni siquiera salir a correr, no estaba permitido nada de eso, yo no tenía implementos en casa para poder hacer un entrenamiento. Entonces, dije que no puedo estar sin hacer nada, no sabemos cuánto va a durar esto, empecé a implementarme con algunas cosas, pesas y ligas para trabajar en casa. Luego mi Federación tomó la decisión de hacer entrenamientos vía zoom y empezamos. Trataba de cumplir con mis dos entrenamientos, si hacían en la tarde, yo hacía el mío por la mañana. Igual tenía un plan y trataba de cuidar un poco la alimentación, porque en la pandemia, todos se volvieron chef, reposteros... era lo que tocaba hacer. Tuvimos que adaptarnos a la situación, [...] consiguiendo nuestros implementos, agarrábamos bolsas de arroz para poder completar el peso, porque algunos no tenían y me incluyo.

―En la pandemia hubo deportistas que dejaron de recibir el apoyo del PAD, ¿fue tu caso?

―No, a mí no me cambiaron de categoría porque justamente ya se había oficializado la medalla de Lima 2019, entonces me correspondía cobrar todo mi sueldo por ese tiempo establecido.

― ¿Realizas alguna actividad paralela a la lucha para recibir ingresos?

―Sí, quiero terminar mi carrera (Educación Física). Sé que el deporte no es para siempre, por más cruel que suene, lamentablemente el deporte es hipócrita, porque, Dios no quiera, puedes tener una lesión muy fuerte por la cual tienes que dejarlo. El deporte es bonito en su momento, pero, así como estás arriba, puedes estar abajo; no puedes depender solamente de eso. En mi caso, tengo una pequeña tienda de ropa con mi esposa y tengo otra, que estoy abriendo con un amigo, de productos deportivos. Entonces, tengo dos ingresos indirectos, porque es dinero que no uso, que está ahí, que está ahorrado y me mantengo del deporte porque a eso me dedico; pero, si en algún momento decido retirarme, sé que tengo un soporte, sé que tengo estas estos dos empresas o mini empresas que, de alguna u otra manera, me van a ayudar y también me dejan entrenar tranquilo. A veces, el entrenar pensando en que tengo que sacar esta medalla para mantener mi sueldo porque solamente vivo de eso, es tedioso, es complicado y yo, como padre, lo puedo entender porque en algún momento lo he pasado.

―¿En el Perú se puede vivir del deporte?

―No. Porque, si se pudiera vivir el deporte, no hubiese tenido estas dos empresas. Pienso que nos falta cultura deportiva como país. La gente está mucho más enfocada en el fútbol, en el vóley y creo que debería haber una masificación de deportes. No solo de lucha, sino de tenis, de ping-pong, de todos los deportes que, de alguna manera, dan muchos resultados al país y que no son tan valorados por las empresas privadas. Que se den cuenta que nosotros, como atletas, también tenemos buenos resultados y, con más apoyo, se podría hacer mucho más grande, el país podría aumentar su nivel deportivo. También hay que tener un Ministerio del Deporte. Vivir del deporte no pienso que se podría dar. (El PAD) no es un sueldo, ellos mismos lo llaman 'Apoyo al Deportista' y, al ser apoyo, no tienes derecho a reclamo de nada. Tampoco hay una fecha en específica para que te den tu sueldo, entonces, si tú te dedicas solamente a esto, no vas a llegar a fin de mes. No, no podrías vivir netamente solo de eso.

―Se conoció el caso Eriberto Gutiérrez, bronce en canotaje, que rechazó la condecoración del alcalde de Abancay porque en su momento pidió apoyo y se lo negaron. ¿Qué opinas sobre esta acción?

―No quise opinar en su momento porque no sabía realmente qué había pasado. Al inicio, dije: "Pucha, ¿por qué de esa forma? Simplemente, hubiese dicho que no quiere ir y ya". De ahí entendí un poco más y dije que yo también lo hubiese hecho, porque, según lo que tengo entendido, él fue a buscar al alcalde, pidió reuniones y le decía que no podía, que no estaba, que en ese momento no, que estaba ocupado. Entonces, después de eso, querer subirte al coche, me parece mal, muy mal.

―El marchista César Rodríguez, medallista en Santiago 2023, dijo que "Sin medalla, no hay apoyo", ¿consideras que es así?

―Sí, lamentablemente aquí no te apoyan si no tienes una medalla. Tú tienes que ganar para recién poder entrar al PAD, cuando debería ser al contrario, deberían darte el apoyo para obtener mejores resultados. Me parece un poco mal, porque necesitas el apoyo de los padres, y los papás están para apoyar; pero, si un atleta piensa a futuro y el IPD quiere pensar a futuro, en el Alto Rendimiento, me parece que el apoyo debe ser desde antes, no después de.

―¿Cuáles son tus próximos retos?, ¿dónde competirás?

―El evento más cercano que tengo es el Preolímpico en Acapulco, esperemos llegar a la clasificación y, si las cosas no fueran bien ahí, aún tenemos el último chance, que es en mayo, el Mundial Clasificatorio, que es en Turquía. Estamos enfocados en mejorar los detalles, los aspectos técnicos negativos que hemos tenido en los juegos y mejorar mucho el trabajo de fuerza. Aún queda un poco de tiempo y estamos aprovechándolo al máximo.

―¿Qué sueño tienes en el deporte?

―Ir a unos Juegos Olímpicos y obtener una medalla para el país. Sé que suena algo lejos porque es complicado ir a unos JJ. OO., quizás no tanto por nosotros, sino por el sistema poco educativo que tenemos deportivamente. No pienso que es imposible, pienso que está en uno y, teniendo las condiciones, todo el apoyo y las facilidades para poder llegar, pienso que sí se puede lograr. Somos un país que tiene muy grandes deportistas, que no hemos sabido valorar, que hemos perdido en el camino por no darles un poco más de apoyo. Pienso que una medalla no está muy lejos y se ha visto ahora en Santiago, que nos ha ido mejor que en otras ediciones de Juegos Panamericanos fuera de Lima.

―¿Cómo te ves de acá a 10 años?

―Aún ligado a la lucha, enfocado más en mi carrera. Me gustaría ser entrenador de lucha, para aportar un poco a mi deporte y poder mejorarlo, entrenar a niños y luego ir avanzando. Quiero hacer que mi deporte tenga mejores resultados a nivel mundial.