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Domingo

Nueva vida para Run Run

El zorro andino que se convirtió en símbolo de las especies que sufren el tráfico de animales silvestres en nuestro país está recuperado y vive ahora en un albergue de Cajamarca.

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Se espera que el zorro andino tenga crías con una hembra de su especie, también rescatada de los traficantes de especies silvestres. Foto: Serfor

Run Run, el zorro andino rescatado en noviembre del año pasado de un asentamiento humano de Comas, a donde llegó luego de ser vendido por mafias de tráfico de animales silvestres, ya se encuentra rehabilitado y, desde hace un mes, vive en la Granja Porcón (Cajamarca), una zona similar a su hábitat.

Walter Silva, uno de sus cuidadores en Lima, cuenta cómo fue su proceso de recuperación y da detalles de su nueva vida, alejado de los perros callejeros que le contagiaron algunas enfermedades y de las personas que perjudicaron su salud.

El especialista del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) explica que seis personas, entre veterinarios y biólogos, monitorearon al animal durante su cuarentena en el Parque de las Leyendas. “El proceso de rehabilitación ha sido bastante riguroso porque hemos tenido que cambiar sus hábitos alimenticios y su comportamiento. Al inicio se comportaba como un perro, no tenía temor hacia los humanos. Incluso ladraba”, dice.

Después de 60 días en rehabilitación, Run Run pasó de pesar 7.4 kg a 10k y dejó de lucir triste, como lo habían reportado algunos visitantes del parque. “Está con un comportamiento más alerta, ya no nos quería frecuentar. Empezó a asilvestrarse, a adquirir su comportamiento natural”, indicó el especialista.

Silva Suárez asegura que el destino del zorro andino hubiera sido fatal si no era rescatado a tiempo. “El animal no tenía una dieta adecuada ni el tratamiento necesario, tenía las enfermedades consigo. Probablemente si no hubiese sido recuperado, en ese momento su salud iba a decaer más y morir”.

El experto cuenta que en nuestro país no hay un albergue especializado en carnívoros menores, como los zorros, por lo que su equipo tuvo que tocar muchas puertas para que aceptaran a Run Run. Si no encontraban un lugar donde reubicarlo, hubiesen optado por la eutanasia. “Liberar a un animal es bastante complejo. Tratamos de agotar todas las vías para no llegar a eso. Tampoco podía estar confinado en un lugar tan reducido”.

Run Run, quien ya tiene un año de vida, está sano y salvo. Pero lo mejor de todo es que no está solo. En su nuevo hogar, localizado a 45 minutos en auto de la capital cajamarquina, comparte su espacio con una compañera de su especie que tiene casi su misma edad y que también fue rescatada de una red de tráfico de animales. “Ha habido muy buena aceptación entre ellos, están conviviendo en un ambiente de 140 m². Su recinto es con gras natural, tienen su cueva, su dormidero y su provisión de alimentos”, asegura.

Walter Silva espera que pronto los dos zorritos tengan crías. La Granja Porcón es una conocida zona recreativa de Cajamarca que tiene un zoológico como principal atractivo, también cumple funciones de reforestación. Está ubicada a 3.510 metros de altitud y alberga diversas especies de animales silvestres en cautiverio . “Cuando llegue el momento, Run Run desarrollará su instinto para poder reproducirse”. Lo que no podrá hacer más es comer pollo a la brasa o salchipapas, que era lo que le daban sus viejos dueños. “Su alimentación es a base de carnes y frutas”.

Si bien Run Run no interactuará más con los perros de Comas, tampoco irá con los suyos. Al haber sido extraído de la naturaleza cuando era una cría, desconoce cómo cazar y defenderse. A lo mucho podría aprender a capturar algunas especies. “Él desarrolla su instinto por enriquecimiento ambiental. A veces se le expone a los olores de plumas de aves para que interactúe y no se estrese mucho. En algunas ocasiones se utilizan presas vivas, pero ya no creo que aprenda mucho”, detalló.