El laureado entrenador, quien falleció este viernes por un cáncer de hígado, deja su huella en la historia del fútbol nacional como el más exitoso a nivel de clubes. Revive su proeza. ,Nadie apostaba ni un sol por Cienciano previo a su andar en la Copa Sudamericana 2003. Era agosto de dicho año y los cusqueños, liderados por Freddy Ternero Corrales, dejarían fuera de camino a Alianza Lima en la que sería la primera piedra de ese largo camino. Un sendero que lo consagraría, a la postre, como el técnico más laureado del balompié nacional. PUEDE LEER. Freddy Ternero: Reacciones de Cienciano y otros equipos conmocionados por el fallecimiento del técnico En el 2003 cumplía 10 años que colgó los botines para ponerse el buzo de entrenador. Había completado resaltables campañas con Cienciano (1994) y Alianza Atlético (1995), lo cual lo llevó a formar parte del cuerpo técnico de la selección nacional en 1997. Desde entonces pasó por Melgar, Cienciano y Estudiantes de Medicina; hasta llegar nuevamente al equipo imperial en 2003. Con un presupuesto y plantel limitado, Ternero logró potenciar el rendimiento de los jugadores que dirigió y concentró sus fuerzas en dejar en alto al Perú en la Copa Sudamericana. Lo que en un primer momento parecía una utopía se transformó en un posible logro. El “Papá” había eliminado a la Universidad Católica y sorprendentemente puso fin al entonces poderoso Santos, por lo cual llamó la atención de toda la región. Con un Germán Carty eficiente de cara al arco, los cusqueños se instalaron en la gran final luego de imponerse al Atlético Nacional de Colombia. La inyección motivacional y el sobrio discurso de Ternero fue determinante para no perder la brújula en la etapa más importante del torneo. La UNSA de Arequipa sería el escenario de la mayor gesta de un equipo nacional: conquistar una Copa internacional como la Sudamericana y frente a un grande de la región, como River Plate. Pero la proeza no terminó ahí. Y es que un año después, con Ternero aún en cabeza, volvió a vencer a un gigante de Argentina: Boca Juniors, que en aquel entonces contaba con el promisorio Carlos Tévez. Fue una infartante tanda de penales tras un 1-1 en tiempo regular el que le otorgó la segunda copa a Cienciano, consagrando la historia de Ternero como el mejor técnico nacional a nivel de clubes. Una historia que hoy se transforma en leyenda.