Botafogo y Atlético Mineiro disputarán la gran final de la Copa Libertadores este sábado 30 de noviembre, remarcando así un notorio dominio de los clubes provenientes del Brasileirao en el torneo más importante a nivel de clubes del continente sudamericano. Desde hace cinco años, la “gloria eterna” solo ha sido un goce exclusivo para el país de la samba y no parece haber un panorama diferente para las próximas ediciones, pese a que Argentina sigue siendo una nación de mística futbolera y el desarrollo de Ecuador y Colombia sigue en ascenso.
Por tal motivo, La República conversó con Michael Cordero, narrador del torneo carioca en L1 Max, para analizar los puntos que hicieron posible la monarquía brasileña dentro de esta parte del mundo, incluidos los factores externos a la acción en el campo.
Desde que Flamengo le ganase la Copa Libertadores a River Plate en 2019, los cuadros brasileños no han mirado atrás y han arrasado con la competencia año tras año. Y esta superioridad, reflejada en resultados, proviene del dinero que reciben y gastan los conjuntos. Michael Cordero menciona que ahí recae el principal factor, puesto que, el Brasileirao ha creado un fútbol profesional muy competitivo a base de los lujosos planteles, moldados en los últimos años, que poseen casi todos los equipos de primera división.
Desde engatusar a estrellas latinoamericanas que quieren tener un segundo aire tras un paso por Europa, jugadores consagrados en el propio territorio sudamericano, hasta estrellas provenientes del viejo continente que se enfrascan en una exótica nueva experiencia.
“El principal factor es el dinero, la copa de Brasil te paga como 13.5 millones, los equipos que están en la final como Atlético Mineiro y Botafogo, Flamengo que para la Libertadores contrató a Plata, Alcaraz o De La Cruz, Palmeiras que tiene a su joya que ya se va. La clave es el dinero y saber cómo invertirlo”, explica el periodista deportivo.
El mítico Hulk, la principal estrella de Atlético Mineiro. Foto: Unión Radio
Sin embargo, el narrador precisa que, el hecho de que las cantidades económicas a las que tienen disposición los equipos de Brasil forman una brecha grande con los demás países sudamericanos, la situación no lo hace recaer en una competencia deshonesta, puesto que los clubes más grandes de Argentina también poseen un capital importante, pero cuya diferencia en resultados ya es mera del propio juego.
Además, señala que los cuadros del Brasileirao son monstruos comerciales, lo que hace que el ingreso nunca se detenga y cree mejores oportunidades de inversión, principalmente para fichajes y desarrollo de juveniles. Pese a ello, no es una regla ni es infalible que a fin de temporada levanten un trofeo tan importante como la Libertadores.
“River Plate no hizo bien las cosas y perdió esa semifinal, pero también tienen dinero, Boca Juniors tiene dinero. Sí es una competencia honesta, solo que (los brasileños) les sacan más provecho a sus temas comerciales y de marketing, para mí es válido. El tema no es el dinero, sino como tú lo utilizas, como te refuerzas. Tú puedes tener toda la plata del mundo, como Flamengo, que se reforzó específicamente para las instancias finales y quedó eliminado con Peñarol”, remarcó Cordero.
Pese a la gran operación que resultó el fichaje de Edinson Cavani por Boca Juniors, el xeneixe ni siquiera logró clasificar a la actual Copa Libertadores. Foto: Transfermarkt
Conmebol decidió que Brasil tenga 7 cupos disponibles para la clasificación a la Copa Libertadores cada año, superando así a Argentina, que tiene 6 y el resto de naciones, que solo tienen 4. Michael Cordero analiza la situación y concluye que no es un factor determinante la cantidad de participantes del Brasileirao en la copa, pues no modifica el golpe de autoridad histórico que dio Brasil en tiempos en el que tenían menos participantes y que lo ponen como el segundo en la tabla de países más ganadores, por detrás de Argentina.
“Hubo oportunidades en las que no llegaron a la final. Si bien es cierto, en los últimos años ellos predominan, son los principales, sino son los dos finalistas es uno, pero no son los siete que pelean las llaves de las instancias finales, hay equipos que se quedan. Y siempre ha pasado esto con Brasil, incluso antes cuando solo eran 5 o 4 cupos, Brasil siempre ha tenido superioridad sobre los demás países”, comenta el narrador.