En el 2007, la hinchada blanquirroja se llenaba de ilusión con la generación de los llamados ‘jotitas’, quienes habían sobresalido en el Sudamericano y lograron clasificarse al Mundial Sub-17 de ese año con la selección peruana. Sin embargo, de aquel equipo, solo algunos lograron mantenerse en el fútbol profesional, como Luis Trujillo, Irven Ávila y, el más destacado ahora, Pedro Gallese.
Ernesto Salazar junto a Héctor Salcedo y Juan José Oré. Foto: Grupo La República
A diferencia de ellos, otros futbolistas se mantuvieron en segunda división, Copa Perú o, incluso, tomaron otros rumbos; uno de estos últimos fue Ernesto Salazar. El defensa no tuvo buenas oportunidades y recién debutó profesionalmente en primera división en el 2016, con 25 años, para Defensor La Bocana de Piura, en el choque contra Unión Comercio. Sin embargo, solo jugó un partido más y luego fue despedido. Ese mismo año fue fichado por Unión Huaral en la segunda división, y desde ese momento no se tiene registro de su carrera futbolística.
Ernesto Salazar entrenando con Reimond Manco en Alianza Lima. Foto: Grupop La República
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En el 2018, el nombre del ‘jotita’ volvió a sonar en los medios, pero no por retornar al balompié, sino porque fue denunciado por su expareja de no pagar la manutención de su menor hija.
“Mi intención no era enviarlo a la cárcel, pero la orden ya estaba en el Juzgado. Yo ya había firmado la conciliación diciendo que me pagó (cosa que nunca hizo), solo para que salga. Me daba pena que el papá de mi hija pase eso y luego repercuta en ella”, declaró Diane Sanchez a Líbero en aquel año.
Sin embargo, a su salida del penal, el ‘Ruso’ siguió sin cumplir en sus responsabilidades con la menor: “Hasta el día de hoy no se hace cargo en ningún aspecto de mi hija”, confesó Diane a La República.
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Actualmente, el ‘jotita’ maneja su academia de fútbol para menores llamada Centro de Alto Rendimiento Ernesto Ruso Salazar, además de vender zapatillas por sus redes sociales.