Cienciano logró lo que hasta el momento ningún equipo peruano ha podido igualar: ganar un torneo internacional. El Papá obtuvo la Copa Sudamericana en el 2003 y tenía a futbolistas como Germán Carty, Santiago Acasiete, Óscar Ibáñez y a quien fue considerado el mejor jugador de la final: Julio García.
Este último no continuó con la escuadra cusqueña al año siguiente, cuando los imperiales derrotaron a Boca Juniors por la Recopa Sudamericana; ya que paseó su fútbol por México y por Europa, en Chipre.
Tras la tremenda campaña con Cienciano, el ‘Pincel’ fue fichado en el 2004 y 2005 por el Monarcas Morelia (ahora Mazatlán FC), conjunto al que años más tarde llegarían Raúl Ruidíaz y Edison Flores; después regresó al equipo imperial para el 2005 hasta el 2008. Además, el centrocampista llegó a cruzar el continente y jugó en el AEL Limassol (2008) y en el Enosis Neon Paralimni de Chipre (2009).
A pesar de salir del medio local y probar suerte en otros clubes del exterior, el jugador no ganó otro campeonato. Debido a ello, retornó al torneo peruano con Cienciano entre 2009 y 2012, pero no pudo repetir lo logrado años antes. Sin embargo, el momento más difícil de su vida aún estaba por llegar.
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El 1 de febrero del 2013, el entonces futbolista sufrió un terrible accidente automovilístico en su ciudad natal, Piura, que terminó con su vehículo con las llantas arriba. Producto de ello, García tuvo que utilizar una silla de ruedas y dejar el fútbol.
Tras su retiro prematuro, el campeón de la Sudamericana tuvo que seguir terapias para ir mejorando y recuperando la movilidad. “Entrenar en la terapia me motiva. Es lento, pero cada dos o tres meses hay una mejora y eso me motiva. Puedo moverme un poco más, sentir un poco más. Hay avances y lo asumo”, declaró Julio en una entrevista en el 2018 para “Punto seguido”.
Julio García conversando con Julio César Uribe. Foto: Instagram/Julio García
Debido a que no pudo retomar su carrera futbolística, Julio García encontró en los libros su otra pasión. Tanto es así que en el 2015 publicó su primer libro titulado “¡Sí se pudo!”, en el que narra las anécdotas de Cienciano en su camino a la gloria del 2003.
Libros de Julio García. Foto: Instagram/Julio García
Para el 2008, García publicó su segundo escrito llamado “Los churres del Flamengo”, en el que habla de unos jóvenes de Piura con talento por el fútbol y las mezcla con sus vivencias, como la del accidente. Y hasta incursionó en la poesía con el libro “El navegante”.
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El exfutbolista se ha desempeñado de varias formas tras dejar el deporte rey. Aparte de ser escritor y tener una página web en la que suele redactar (juliogarciamezones.com), también es coach ontológico y es parte del proyecto ODT tallán, organización deportiva que guía y entrena a los jóvenes talentos de Piura.
El equipo de ODT. Foto: Instagram/Julio García