Como si fuera ayer. El año pasado el Barcelona sufrió un golpe que —de seguro— jamás tenía pensado. La no continuidad de Lionel Messi en el club, que lo había acogido desde que era menor de edad y con el cual ganó el masivo reconocimiento que hoy goza en el fútbol mundial.
Fue aquel 5 de agosto que, en medio de penas y lágrimas, el capitán de la selección argentina anunciaba el término de sus funciones en el cuadro culé. A la conferencia de prensa asistieron los compañeros de equipo, directivos del club y algunos periodistas locales e internacionales.
Se trataba del fin de una era que, probablemente, no vuelva a ser retomada más allá de que la hinchada aún sueñe con ese momento. “Tenemos una deuda moral con Messi”, dijo Joan Laporta, presidente del club, el último lunes.
Posteriormente, el PSG lo contrató y, desde entonces, viene iluminando Francia con sus asistencias y goles. Su contrato es hasta el 30 de junio de 2023, y a sus 35 años el pensamiento de un futbolista es otro: se aproximan las lesiones, las lentas recuperaciones y el pasar tiempo con la familia.
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Desde su llegada en 2004, como informó TyC Sports, Messi logró los siguientes números con la camiseta culé: