El fútbol peruano volvió a ser protagonista de un insólito y vergonzoso hecho. Este fin de semana, se está jugando una nueva jornada de la Liga 2. Uno de los partidos programados era el Cusco FC vs. Sport Chavelines, a las 3.00 p. m., en el estadio Inca Garcilaso de la Vega. Si bien todo estaba listo para que se dispute el cotejo, el árbitro nunca dio el pitazo final. ¿Qué sucedió?
Resulta que el equipo cusqueño ganó por walkover (W.O.), luego de que la gaviota se presentará al coloso deportivo sin personal médico. La visita llegó al estadio con 15 jugadores y el comando técnico, pero no tenía ningún doctor, por lo que se decidió dar el triunfo a los dirigidos por el técnico Pablo Peirano.
Según el reglamento de la segunda división, ante la ausencia de algún médico por parte de uno de los planteles, el encuentro no se jugará y será el rival quien ganará el partido por walkover.
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De esta manera, Cusco FC salió al campo, mientras que Sport Chavelines no lo hizo y se decretó el 3-0 a favor del cuadro cusqueño. Con estos tres puntos, los imperiales sumaron nueve puntos y alcanzaron en lo más alto de la tabla a Santos FC.
El ganador de esta segunda rueda del Torneo Clausura clasificará a los playoffs junto al vencedor del Apertura (Cusco FC) y los dos primeros lugares de la tabla acumulada. De estos cuatro clubes saldrá un único campeón que tendrá ascenso directo a la Liga 1 del 2023.