Un episodio que tiene que ser sancionado duramente. El último sábado 5 de marzo, en el encuentro entre Querétaro vs. Atlas por el Clausura de la Liga MX, los aficionados de ambos clubes ingresaron al campo de juego de La Corregidora y se enfrentaron en una batalla campal que dejó varios heridos y muertos (fuentes extraoficiales).
Ante lo ocurrido, los partidos de ese día increíblemente se siguieron jugando. Recién en horas de la noche, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció la suspensión de la fecha de la Liga MX. Por otro lado, la entidad evalúa desafiliar al Querétaro tras los violentos incidentes ocurridos anoche durante el partido ante Atlas.
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La FMF publicó un comunicado tras los lamentables hechos de violencia: “Un afiliado a la FMF perderá su afiliación si comete una falta grave y/o viole o incumpla en más de una ocasión cualquier disposición de este Reglamento, el Estatuto Social, las Directivas o las decisiones de FIFA, CONCACAF y/o la propia FMF”.
Además, la Fiscalía de Querétaro decidió abrir un expediente para investigar los hechos que fueron caratulados en principio como “tentativa de homicidio”.
La batalla campal entre los aficionados de ambas escuadras inició a los 10 minutos del segundo tiempo, cuando barras de los Gallos Blancos de Querétaro agredieron a un pequeño grupo de Atlas. Posteriormente, los actos de violencia de las tribunas se extendieron hasta el campo de juego, a donde hinchas saltaron con sus familias para tratar de resguardarse de la trifulca.