Por Mariano López V.
Pocas veces se habló más sobre lo que pasaría fuera del campo que lo que podría suceder dentro de él, especialmente cuando el partido en cuestión era el Superclásico argentino. En esta ocasión, la antesala del River vs. Boca era única porque después de un año y siete meses, el público de ‘Millonario’ regresaba a las tribunas del Monumental de Núñez. La hinchada, como era de esperarse, llenó el aforo permitido (el 50%, aunque pareció mucho más) y puso la fiesta en las gradas. Y, en el campo, su equipo no se quedó atrás.
Con la ayuda de Marcos Rojo, quien cometió dos faltas de manera irresponsable, vio la tarjeta roja a los 15 minutos y obligó a su técnico a sacar un volante creativo para hacer ingresar a Carlos Zambrano, River impuso condiciones de principio a fin y sacó adelante un resultado positivo que pudo ser aún más abultado. Por decirlo de otra manera, fue un monólogo del equipo de Marcelo Gallardo, el DT más ganador en la historia del club.
Pero, más allá de la gran labor del ‘Muñeco’, el primer triunfo del ‘Millonario’ sobre el ‘Xeneize’ desde noviembre del 2019 tuvo a otros dos grandes protagonistas: Julián Álvarez, la nueva joya del fútbol argentino, y Agustín Rossi, el ‘1′ boquense. A los 25′ del primer tiempo, una gran jugada personal de Álvarez terminó en un disparo bombeado que el arquero de Boca, inexplicablemente, no pudo detener. Ya arriba en el marcador, los de Gallardo se hicieron dueños absolutos del balón y esperaron, con suma paciencia, la apertura de otro hueco en la defensa rival para poner el 2-0 definitivo. Antes de que acabe la parte inicial, un centro por la derecha acabó en la segunda anotación de Álvarez.
Carlos Zambrano anotó el gol de descuento de Boca Juniors en el superclásico
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El segundo tiempo se jugó por compromiso. La posesión de River fue abismal contra un Boca al que le parecía quemar la pelota. Lo más rescatable llegó en los descuentos (90+3′), cuando, en un tiro de esquina, Zambrano ganó en el salto a su marcador y venció la valla riverplatense, convirtiéndose en el primer peruano en anotar en un Superclásico ‘che’ desde Víctor ‘Conejo’ Benítez en 1961. El 2-1 final rompió el invicto de Sebastián Battaglia en el banco de Boca y confirmó el estado de gracia en el que vive River. Son nueve fechas sin perder en Liga, y ahora van por más.