En el año 2006, Shawn Michaels y Vince McMahon entraron en un ángulo debido a que el jefe de la junta directiva de la WWE aún no superaba el famoso ‘robo de Montreal’ después de casi 10 años.
El dueño de la empresa más grande de lucha libre empezó a molestarse con el ‘Chico rompecorazones’ y tomó la decisión de arruinarle la vida interfiriendo en sus luchas y poniéndolo en combates en desventaja contra su hijo Shane McMahon y el grupo Spirit Squad.
Esta historia generó que se pactara una lucha sin descalificación entre Shawn Michaels y Vince McMahon en WrestleMania 22, donde HBK saldría como ganador. Sin embargo, la rivalidad entre ambos no terminó ahí.
El mandámas de la WWE aseguró días después que el exintegrante de DX recibió la ayuda de Dios y, de esa forma, pudo salir como vencedor en la ‘Vitrina de los inmortales’. Es así que la rivalidad empezó a tratarse con temas religiosos.
Finalmente, Vince McMahon pactó una lucha para el evento Backlash 2006 — realizado el 30 de abril en Lexington, Kentucky, Estados Unidos—, en donde haría pareja con su hijo Shane para enfrentar a Shawn Michaels y Dios.
La manera en que la WWE hizo aparecer a Dios fue poniendo una luz que venía desde lo alto del coliseo. Después, Vince hizo que el ‘Todo Poderoso’ ingresara al ring con una canción como el resto de los luchadores.
Era obvio que el combate era en desventaja y, efectivamente, Shawn Michaels perdió ante los dueños de la WWE, quienes sufrieron mucho para ganar e incluso necesitaron del apoyo del grupo Spirit Squad.