Andrés Iniesta sigue cosechando triunfos a sus 35 años. La última final disputada por el habilidoso volante con el Vissel Kobe, correspondiente a la Supercopa de Japón, le permitió alcanzar el título número 37 en su carrera, aunque lo más sorprendente es quizás la forma en la que lo consiguió.
El partido, en el que el cuadro de Iniesta se enfrentó a los Yokohama Marinos, quedó igualado 3-3 en los noventa minutos, por lo que el ganador debió definirse desde los lanzamientos de penal. Llegada a esta instancia, sucedió lo increíble: los ejecutantes erraron hasta nueve disparos de forma consecutiva.
Uno por uno, los remates hechos por jugadores de ambos clubes terminaron siendo atajados por los porteros, impactando en los palos o perdiéndose por encima del travesaño. Los espectadores, atónitos, solo podían ver cómo su equipo perdía la chance de ponerse en ventaja alternativamente.
Al final, en el penal número 14 de la tanda, Hotaru Yamaguchi sería el encargado de concretar el campeonato del Kobe. Cabe señalar que Iniesta fue el primer lanzador de su escuadra, y no decepcionó a sus hinchas tras marcar con un remate al palo derecho del pórtico rival.
Este es el segundo trofeo que el Cerebro conquista en tierras niponas. En el 2019, ya se había hecho con la Copa del Emperador, lo que justamente le permitió disputar esta Supercopa.