Si eres dueño de un perrito, te habrás dado cuenta, que tras el apareamiento, es normal que estos animalitos se queden pegados. Aunque muchas personas creen que al intentar separar a los canes están evitando una posible concepción, el despegarlos puede traer graves consecuencias para la salud de tus mascotas.
Es normal que durante el apareamiento, los perros machos y hembras experimentan un proceso biológico que involucra la anatomía de ambos. Separarlos de manera abrupta puede causar lesiones severas, tanto en el macho como en la hembra. Por ello, los especialistas en cuidado animal desaconsejan esta práctica, sugiriendo en su lugar un enfoque más responsable hacia la reproducción canina.
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El fenómeno de los perros que quedan 'pegados' se debe a la anatomía de su aparato reproductor. Durante el apareamiento, el bulbo peneano del macho se agranda, lo que provoca que ambos perros queden acoplados. Este proceso, conocido como abotonamiento, es natural y tiene como objetivo asegurar la eyaculación y aumentar las posibilidades de embarazo en la hembra.
Es normal que durante el apareamiento, los perros machos y hembras experimentan un proceso biológico que involucra la anatomía de ambos. Foto: PetServi
Separar a los perros en medio del apareamiento puede resultar en lesiones graves. En el macho, el pene puede sufrir desgarros, mientras que en la hembra, la separación brusca puede causar desgarros vaginales o hemorragias. Estas lesiones no solo son dolorosas, sino que también pueden requerir atención veterinaria inmediata.
De acuerdo con especialistas, en lugar de intentar separar a los perros, los dueños de estas mascotas deben observar el proceso y asegurarse de que ambos animales estén cómodos. Si se presenta alguna complicación, es mejor consultar a un veterinario que pueda ofrecer orientación adecuada. La salud y el bienestar de ambos animalitos deben ser siempre la prioridad.