Al viajar por carretera, ya sea en pueblos apartados o antes de llegar a las grandes ciudades, existen pequeñas 'tumbas' al lado de la autopista que en algunas ocasiones cuentan con adornos y flores. Aunque lo usual es relacionarlas con el entierro de una persona, lo cierto es que esta curiosa tradición tiene otro propósito. Te lo contamos a continuación.
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Si bien se cree que las pequeñas casas al lado de las carreteras cercanas a pueblos lejanos son tumbas de personas que han sido enterradas allí, lo cierto es que estas se tratan de un homenaje a un fallecido, quien no ha sido sepultado en dicho lugar necesariamente.
En algunos países de Latinoamérica, si una persona fallece atropellada o por otro accidente de tránsito, se coloca una pequeña casita alusiva a una tumba para honrar su memoria. Esto debido a que la persona fallecida probablemente continúa 'penando' en dicha ubicación al irse del mundo terrenal tan abruptamente.
Esta costumbre funciona también como parte de la etapa de duelo para los familiares por la persona fallecida y acompaña a sanar su partida, según el psicólogo clínico y presidente del Colegio Estatal de Psicología en México, Juan Carlos García Ramos: "Aunque los dolientes saben lo que sucedió, saben que la persona murió en ese lugar por diversas causas y no es algo que se acepta del todo fácilmente, es una realidad que muchas veces nos cuesta aceptarla".
Usualmente, cuando hay un accidente mortal en la carretera, se coloca una pequeña tumba como señal de respeto en el lugar. Foto: Autobild.es
Según creencia popular, se debe tener en cuenta que solo los familiares o personas cercanas al fallecido pueden realizar este homenaje y adornar la pequeña tumba con flores u otros arreglos, ya que si un extraño se acerca a rendir sus respetos, el alma de la persona fallecida perseguirá al desconocido y no lo dejará vivir en paz.