La alfalfa es la planta forrajera con mayor antigüedad que ha otorgado a lo largo de los años diversas vitaminas, tales como la A, B, C y K, a quien la consuma. Sin embargo, pese a ser uno de los alimentos con alto contenido nutricional, algunas personas se muestran reacias a consumirla, pues existen prejuicios sobre dicho alimento, como que es desagradable al gusto o de que su uso es exclusivo para animales. Prueba de ello fueron las declaraciones dadas por el congresista Jorge Montoya, quien menospreció a esta hierba.
Los usos que se le puede dar a la alfalfa son diversos, pero en esta ocasión te traemos tres recetas sencillas, pero con gran valor nutritivo. Te invitamos a realizarlas tras conocerlas a continuación.
La alfalfa es uno de los alimentos más completos. Esta hierba contiene calcio, fósforo, clorofila, fibra y aminoácidos. Algunos de los beneficios que aporta son ayudar a reforzar e incrementar las defensas del cuerpo, apoyar en el equilibrio del sistema nervioso, fungir de antidepresivo, prevenir enfermedades reumáticas, entre otros.
Para esta receta se utilizará la alfalfa germinada, es decir, con los brotes de la planta. Puedes prepararla cuando busques algo fresco, liviano, pero nutritivo a la vez.
Cortar la milanesa en tres partes cada una. Untar con la mostaza y espolvorear sal y pimienta en cada una. Lavar y desinfectar el germinado de alfalfa. Calentar un litro de agua y cuando esté hirviendo retirar del fuego, sumergir el germinado durante un minuto y escurrir.
Mezclar en un tazón el germinado de alfalfa el jugo de limón, aceite y ajo en polvo. Revolver muy bien con el batidor de globo. Colocar el germinado en un tazón, bañar con la mezcla y reservar.
Freír el pollo en un sartén con un poco de aceite unos minutos de cada lado. Colocarlas en un papel para retirarles el exceso de grasa. Para servir, poner una cama de germinado, y los trozos de pechuga encima.
Las milanesas acompañadas con germinado de alfalfa es una opción de plato fondo. Foto: comida fácil/referencial
Una de las bebidas bandera de nuestro país es el emoliente, por lo que agregarle alfalfa incrementa el valor nutricional del preparado. Puedes beberlo frío o caliente, depende la temperatura que se te apetezca.
Ponga a tostar la cebada a fuego bajo hasta que esté bien dorada y comience a reventar. En una olla con agua, cocine los membrillos (con pepas y corazón), las barbas de choclo y la cola de caballo. Deje cocinar a fuego bajo durante una hora y cuele el líquido presionando. Sazone con miel de abeja y agregue el jugo de limón. Agrega el extracto de alfalfa, para ello solo deberás licuar hojas de alfalfa y colarlas.
El emoliente con alfalfa puede ser consumido en el desayuno. Foto: composición LR/difusión
PUEDES VER: ¿Por qué en el Perú casi todo se come con arroz?
Con este plato, nuevamente podrás ingerir el germinado de alfalfa combinando sus nutrientes con otros ingredientes y verduras. Esta es una de las formas más sanas y consistente de poder consumir este alimento.
En un recipiente agrega la lechuga y los brotes de alfalfa. Es conveniente no calentar ni cocinar todos los tipos de germinados porque si no pierden sus propiedades nutritivas.
En otro recipiente combina los champiñones, los tomates, el choclo, las aceitunas y la cebolla. Todos los ingredientes son al gusto y se pueden quitar estos o añadir otros según tus preferencias.
Coloca estos ingredientes sobre la lechuga y los brotes de alfalfa en una ensaladera o recipiente apto, mezcla todo y agrega el queso y un poco de aceite de oliva y sal. Sirve la ensalada de germinado de alfalfa acompañada de tu salsa favorita o de un buen plato principal.
La ensalada de germinado de alfalfa es un plato liviano, pero nutritivo. Foto: cocina y comparte/referencial