La salud del expontífice Benedicto XVI es muy delicada, así lo anunció el último miércoles su sucesor el papa Francisco I. Tras el fallecimiento del Juan Pablo II, Joseph Aloisius Ratzinger fue elegido como sumo pontífice de la Iglesia Católica; sin embargo, en febrero del 2013, decidió renunciar al cargo y, por tanto, se convirtió en el primer soberano de la Ciudad del Vaticano en dimitir de su cargo en casi 600 años de historia.
Antes de Benedicto XVI, Gregorio XII era considerado el último papa emérito, pues dejó su cargo de sucesor del apóstol Pedro en 1415. Aunque Joseph Aloisius Ratzinger tuvo un corto periodo en el Vaticano—8 años en el cargo—, aún se mantiene la interrogante respecto a su decisión de dejar el cargo. ¿Por qué lo hizo?
El 28 de febrero del 2013, Benedicto XVI conmocionó al mundo al anunciar formalmente su renuncia a su cargo como cabeza de la Iglesia católica o vicario de Cristo. De acuerdo con la respuesta oficial del ahora papa emérito, la decisión de dimitir como cabeza del Colegio Episcopal se debió al declive de sus capacidades físicas y mentales.
“He llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino (...) Por esta razón, declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma”, declaró al renunciar.
Sin embargo, este sorpresivo anuncio de Benedicto XVI se dio luego de una serie de escándalos y que cuestionaban la imagen de la Iglesia Católica.
Benedicto XVI Foto: La Vanguardia
El más polémico fue el caso Vatileaks, en el que documentos filtrados por el mayordomo del pontífice, Paolo Gabriele, revelaron la corrupción financiera dentro del Vaticano.
Para el cardenal nigeriano Francis Arinze, quien representa una de las principales figuras de la Iglesia y del Vaticano, este escándalo pudo haber sido una de las razones de la renuncia de Benedicto XVI.
“Esto (el caso Vatileaks) pudo haber sido una de las razones. Tal vez estaba muy afectado por el hecho de que su propio mayordomo filtrara tantas cartas que un periodista tuvo material suficiente para escribir un libro. No creo que haya disfrutado lo que ocurrió”, explicó el cardenal en una entrevista para la BBC.