Ser inteligente es el deseo de muchos, y aunque parezca un camino difícil, según un estudio de la Universidad de Harvard, la realidad es que con algunos sencillos tips se puede lograr este objetivo.
¿Realmente se puede ser más intelectual con algunos consejos? En palabras de los especialistas de Harvard, sí es posible. Los hábitos, comportamientos y actitudes son los que pueden activar la mente y trabajar la inteligencia.
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En el libro “Make it stick: The Science of Successful Learning” (”La ciencia del aprendizaje exitoso”), de la prestigiosa casa de estudios, se dan a conocer algunas recomendaciones para mejorar la capacidad cerebral y la agilización de la memoria. De esta manera, se puede lograr un mejor nivel de intelectualidad. A continuación, te contamos cuáles son los consejos que brinda Harvard.
Harvard brinda diversas recomendaciones para que todos refuercen la agilidad de su mente. Foto: Wizard
No necesariamente debe ser un curso de matemáticas o ciencia, cualquier actividad como cocinar o aprender un idioma también cuenta, pues cuando se hace algo nuevo se estimulan las células cerebrales y la comunicación entre ellas. Hasta un juego sencillo como el rompecabezas puede mantener la mente activa.
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Cuando se escuchan palabras en voz alta, la persona las recuerda con mayor facilidad. Esto funciona mucho mejor cuando se acaba de aprender algo nuevo. Un ejemplo es cuando recién se conoce a alguien y si en una conversación repites varias veces su nombre, es muy probable que lo recuerdes sin dificultades, ya que es más sencillo vincular su nombre con su rostro.
Cuando se debe aprender mucha información, lo mejor es dividirla. Un ejemplo es cuando queremos memorizar un número de teléfono, como son varios dígitos, puede ser un poco difícil. Pero si se fragmenta, y te aprendes los números de tres en tres, hay más posibilidades que los recuerdes y los retengas mejor.
Una vez que empiezas a vincular información nueva con otra antigua, haces que tu mente se fortalezca y la memoria sea mucho más sólida. Al momento de hacer el esfuerzo de conectar ambos conocimientos, también trae consigo la posibilidad de recordar mejor las cosas.
Con diversas actividades que no necesariamente son intelectuales, se puede lograr activar la mente. Foto: Pexels
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Cualquier actividad simple, como cepillarse los dientes o tomar un vaso de agua, hace que tu cerebro se esfuerce más y a la vez se active. Si adquieres este hábito, podrás desafiar tu mente al hacer diferentes conexiones.
Aunque en general se relacione la inteligencia con los conocimientos sobre un tema en específico, lo cierto es que esta se define como la capacidad de resolver problemas de todo tipo, tener la habilidad para la planificación, comprender ideas complejas, pensar de manera abstracta y, sobre todo, aprender de la experiencia.
Estudiantes de la PUCP. Foto: PuntoEdu
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Según la teoría de inteligencias múltiples, existen ocho tipos de inteligencia que varían desde lo académico hasta lo social:
Según el psicólogo Daniel Goleman, la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer los sentimientos propios o de personas a nuestro alrededor, poder motivarse pese a cualquier circunstancia y manejar efectivamente las relaciones interpersonales. También destacan las habilidades de autocontrol, empatía, manejo de emociones y entusiasmo.
Una persona inteligente no solo destaca en lo académico, sino también en su capacidad de adaptación. De esta manera, una persona con gran rango de inteligencia resalta por su habilidad de saber escuchar, ser curiosa y tener autocontrol.
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Usualmente se le conoce a alguien inteligente como una persona astuta, despierta, competente, hábil y capaz.
Estudiantes buscan aprobar el examen de admisión para ingresar a la universidad. FOTO: Andina.
Especialistas sugieren que para aumentar el coeficiente intelectual se debe practicar la meditación, hacer ejercicio físico, aprender algo nuevo, comer alimentos saludables, aprender a tocar un instrumento, armar rompecabezas, etc.
Si posees inteligencia a nivel interpersonal, carreras como Derecho, Medicina Humana, Psicología, Educación, Ciencias de la Comunicación y Sociología podrían adaptarse a tu perfil académico.
Quienes sean alumnos y aspiren a la beca deben haber cubierto el 85% de avance académico o los créditos mínimos que la Facultad o Plantel avale. Foto: UNAM
El matemático australiano, Terence Tao posee un coeficiente intelectual de 230 puntos, el más alto jamás arrojado por una persona. Se le considera la persona más inteligente del mundo y en el año 2006 recibió la medalla Fields.
Aunque no existe una fruta como tal que hace más inteligentes a las personas, los arándanos y las fresas incrementan la capacidad de atención, mejoran el aprendizaje, disminuyen la pérdida de memoria y retrasan enfermedades degenerativas, tales como el alzheimer.
Leer libros como “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry, “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway, “El príncipe” de Nicolás Maquiavelo, “Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift, entre otros, estimulan la capacidad de sintetizar ideas y la imaginación, por lo que es una buena manera de ejercitar el cerebro.