Starbucks se ha posicionado en el mercado internacional como una de las cafeterías más exitosas. Fundada en 1971, en Seattle, Washington, fue expandiéndose con el pasar del tiempo hacia diferentes países. Uno de ellos fue Perú, que la vio llegar en 2003 mediante la temática de local italiano que ponía en práctica desde sus orígenes.
Más allá del contenido que brinda la marca y de los diferentes productos que sus clientes mantienen en sus preferencias, hay una curiosidad no tan alardeada pese al masivo conocimiento de la marca: la mujer o sirena que aparece en el logo.
En 1971, tres amigos idearon este negocio, pero les faltaba el nombre y el logo para consolidarlo. A ellos les agradaba el libro de Herman Melville “Moby Dick” o “La ballena blanca”, que relata la historia de la travesía de Ahab, un capitán del barco ballenero Pequod que busca un gran cachalote blanco, y en honor al texto decidieron ponerle Starbuck, el primer oficial del Pequod.
Para la creación del logo, los tres socios decidieron contactar al diseñador Terry Heckler, quien, a raíz de que el primer local se ubicó a unos metros del muelle de Seattle, buscó inspiración en un libro noruego del siglo XV y pensó que en lugar de sirenas en las rocas que seducían a marineros, esta llamaría a la gente a tomar una taza de café.
Posteriormente, el logo tuvo algunas modificaciones. En 1987, cambió de color café a verde como muestra de innovación y crecimiento. Lo propio sucedió en 1992 y en 2011, como se puede apreciar a continuación.
Cambios del logo de Starbucks durante su historia. Foto: Twitter
En el logo y envase de Starbucks una sirena es mostrada como único símbolo principal de la marca. La inspiración tiene una explicación histórica-mitológica. La mujer que aparece se llama Melusina y forma parte de la mitología celta. Ella es una de las tres hijas del rey Elinás de Escocia y de una hada llamada Pressina.
La madre de Melusina, Pressina, enamoró a Elinás y se casaron con una condición: que no la viera mientras dé a luz. Durante el parto, ella tuvo a trillizas (Melusina, Palatina y Melior) y mientras les daba su primer baño, el rey ingresó en medio de su felicidad para verlas.
Pressina, enfurecida, huyó a la isla de Avalón con las tres hijas, y cuando crecieron le guardaron odio a su padre por romper la dicha familiar. Un día decidieron vengarse y enrumbaron a Escocia para raptar a su padre en una montaña.
Al tomar conocimiento de ello, su mamá las maldijo y a Melusina la convirtió en Sirena. Sus piernas se transformaron en dos colas de pez y nunca más volvió a ser la misma.