El Viernes Santo es una de las conmemoraciones más importantes de la Semana Santa porque recuerda la pasión y muerte de Jesús de Nazareth. La Iglesia Católica detalla que este sacrificio de Cristo fue para el perdón de los pecados y la salvación de los hombres. En este día, no se celebra la misa y no se imparte ningún sacramento, excepto la reconciliación y la unción de los enfermos.
La celebración de la Semana Santa entre los cristianos se realiza dependiendo, en principio, de la primera luna llena que ocurre en el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, por lo que la fecha cambia cada año, aunque normalmente se desarrolla entre los meses de marzo y abril.
Según el Nuevo Testamento de la Biblia, el Viernes Santo fue el día en que las autoridades romanas capturaron a Jesús y lo sentenciaron a morir crucificado. La cronología de los eventos es contada por San Juan, quien describe todo el sufrimiento y las humillaciones que soportó Cristo en su vía crucis camino al Monte Gólgota, donde finalmente pronuncia sus ultimas palabras.
Según la religión cristiana, Jesús de Nazaret fue crucificado para salvar a la humanidad del pecado. Foto: AFP
Las palabras que expresó Jesús en la cruz tienen un profundo significado hasta la actualidad. Cada una de ellas sirve de ejemplo para que los fieles encaminen su amor a Dios y al prójimo. Además, se trata de un mensaje de esperanza y de fe.
Durante esta fecha se conmemora la crucifixión y muerte de Jesucristo, quien fue condenado y torturado por las autoridades romanas. Por esta razón, esta festividad se considera un día de luto y penitencia.
No se celebra la misa y no se imparte ningún sacramento, excepto la reconciliación y la unción de los enfermos. Además, en Viernes Santo, los fieles cristianos ayunan y no comen carne roja a modo de penitencia. También asisten a las procesiones de la Iglesia Católica y participan en el vía crucis, en el que se celebra la Pasión de Cristo.
El Viernes Santo significa para el catolicismo la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ya que, según las creencias religiosas, Jesus venció a la maldad y rescató a la humanidad de la condena eterna en la cruz.
Semana Santa es una época para reflexionar sobre la vida, muerte y resurrección de Jesús. Foto: EFE
Además, simboliza el sacrificio que realizó Jesucristo al llevar el castigo que carga la humanidad por sus pecados. Por ello, se asocia con el inmenso amor que siente Dios por su creación, así como con el recuerdo de la esperanza en la resurrección.
Los Evangelios relatan que Jesús de Nazaret fue condenado a la crucifixión por las autoridades romanas acusado de sedicioso y blasfemo, ya que, además de afirmar ser el Mesías y el Hijo de Dios, también desplegaba actos rebeldes (como la expulsión de los mercaderes del templo) y juzgaba el accionar de los falsos profetas.
Sin embargo, esa no es la única razón. Según la biblia, Jesús fue crucificado porque, a través de este sacrificio, Dios libraría a la humanidad de sus pecados y restauraría la paz y el orden en la Tierra.