Run Run no está muerto. A través de redes sociales se difundió la noticia de que el zorro Run Run, quien alcanzó notoriedad luego de ser adoptado como un perro doméstico por una familia que vive en el distrito de Comas, había fallecido. Este anuncio causó una gran preocupación entre los cibernautas.
Incluso, el hashtag #DóndeEstáRunRun se volvió tendencia, pues los usuarios exigían que se dé información sobre el estado de salud del popular animal, quien presuntamente habría muerto hace dos semanas y fue reemplazado por otro ejemplar, según información preliminar que esbozó Moloko Podcast.
PUEDES VER: Caso Run Run: especialistas presentan propuestas para reducir tráfico de animales silvestres
Animales como Run Run, que han perdido el temor al ser humano, tienden a acercarse a los poblados. Liberarlo pone en riesgo el bienestar del animal, ya que puede ser agredido o incluso eliminado por el temor de la gente.
“En condiciones naturales, un cachorro es dependiente de la madre y aprende de ella cómo cazar, cómo interactuar con sus congéneres, cómo identificar señales de peligro (un zorro normalmente huiría del ser humano), cómo buscar refugio, cómo defender su territorio, además, aprende el cuidado parental y lo imita cuando se reproduce. Este aprendizaje tan valioso para la supervivencia del animal en su medio natural se pierde cuando es extraído en el momento en que es cría o juvenil, además es mucho más marcado en mamíferos”, añadió Serfor sobre lo que el zorrito perdió de su vida por causa del tráfico de animales.
Precisamente, según la Estrategia Nacional para Reducir el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre en el Perú, periodo 2017-2027 y su Plan de Acción 2017-2022, aprobada por el Serfor hace cuatro años, el tráfico de vida silvestre (excluyendo los productos hidrobiológicos y la madera) genera entre US$ 7.800 y 10.000 millones por año, y únicamente el comercio ilegal de productos hidrobiológicos no regulado, no reportado o irregular, genera entre US$ 4.200 y 9.500 millones por año.
No obstante, no hay cifras exactas de cuánto dinero mueve esta actividad, ya que a ella se dedican mafias nacionales e internacionales.
No obstante, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), quien se encuentra a cargo del cuidado del zorro andino Run Run, desmintió que este haya fallecido, tal como se difundió este lunes 27 de diciembre.
“Ante las versiones emitidas sobre el supuesto fallecimiento de Run Run, el Serfor desmiente dicha información. A la fecha, el zorro andino viene siendo atendido por personal especializado en fauna silvestre para asegurar su pronta recuperación”, indicaron en un breve comunicado.
El mamífero fue atrapado por Serfor tras una semana de intenso seguimiento. Foto: composición/Andina/Parque de las Leyendas
PUEDES VER: A celebrar Año Nuevo con Run Run: comerciantes fabrican gorros con imagen del zorro andino
De otro lado, la entidad pidió a la ciudadanía no caer en noticias falsas. “Exhortamos a la población y líderes de opinión a constatar la información antes de difundirla para evitar caer en fake news”, agregó la entidad a través de su cuenta de Twitter.
El último lunes, Moloko Podcast sostuvo que Run Run había fallecido hace dos semanas durante su aislamiento, motivo por el cual también lo habían reemplazado por otro zorro para no difundir la noticia y evitar un “cargamontón” en contra de las autoridades encargadas.
“Run Run murió hace un par de semanas. Mi cuñada —veterinaria— nos contó que contraía enfermedades de perros y era un peligro tenerlo al lado de otros zorros. Lo aislaron y murió, lo han reemplazado por otro, pero no quieren dar la noticia”, sostuvo Carlos Orozco, conductor de dicho espacio, quien leyó el mensaje de una persona que afirmaba ser cercana al caso.
Era un día de febrero y la familia de Maribel Sotelo había decidido comprar una mascota para su hijo adolescente. Es así que no tuvieron mejor idea que recurrir a la venta ambulatoria de animales y adquirieron un perro pequeño, tamaño que en ese entonces tenía el ahora popular Run Run.
Visiblemente contentos por la adquisición, criaron a Run Run como un cachorro en el asentamiento humano Sol Naciente de Comas. Este, por su parte, actuaba como un verdadero perro: ladraba, comía croquetas, entre otras acciones; no obstante, una noche en la que en Lima se reportó un avistamiento de relámpagos inusuales, el travieso ‘perrito’ salió asustado de casa y empezó a cazar cuyes y gallinas, animales que eran de los vecinos de ese sector.
Maribel Sotelo poco a poco empezó a notar que su adorada mascota Run Run no pertenecía a la especie canina; más bien, este presentaba las características comunes de un zorro: el cambio de cola, aspecto de su hocico, el pelaje, por mencionar algunas facciones. Conscientes de la situación, el hijo de la mujer, un adolescente de 16 años, sostuvo que reportaron lo sucedido ante el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor); sin embargo, según la versión de la familia, dicha entidad no acudió al lugar de los hechos.
En tanto, se pudo ver a Sotelo en los medios de comunicación pidiendo ayuda a las autoridades de fauna silvestre para atrapar al animal. Pero nadie contaba con la agilidad de Run Run, quien burlaba cada uno de los intentos que el Serfor ponía en práctica para llegar a él.
Luego de una semana ardua, personal técnico de dicha entidad logró dispararle un dardo tranquilizante y así trasladarlo, preliminarmente, al Parque de las Leyendas, ubicado en el distrito de San Miguel.
Tras permanecer unos días, lo derivaron a un centro especializado para tratar su déficit de peso y enfermedades infecciosas, producto de su amistad con algunos perros de la zona, quienes se convirtieron en sus compañeros mientras Run Run se aventuraba por las calles.
El zorro Run Run pasará 30 días en cuarentena. Foto: Parque de las Leyendas
Aunque es la propuesta menos popular, los zoos son más que “cárceles para animales”. Por ejemplo, según sus autoridades, de las 1.200 especies de fauna silvestre del Parque de las Leyendas, más del 90% son animalitos rescatados del tráfico de especímenes silvestres o el mascotismo. Allí encuentran un nuevo hogar aunque sea tras jaulas, es un nuevo comienzo en lugar del abandono total.
“En el Parque se les brinda atención veterinaria permanentemente, la alimentación es completamente balanceada y a muchos de estos, al no tener las condiciones de ser liberados, el parque les brinda una segunda oportunidad. Y con estos animalitos que quedan en cautiverio nosotros educamos a las personas, para que ellos aprendan a respetar y, sobre todo, a considerarlos que no son mascotas. Estos animales llegan y no pueden ser liberados, justamente, por la cercanía que tienen con los animales domésticos, por la cercanía y nexo que tienen con las personas, porque muchos de ellos dependen al 100% de los humanos”.
Según Serfor, la principal causa del tráfico de animales silvestres en el Perú es la demanda como mascotas. La cadena del comercio ilegal de fauna silvestre somete a los animales a situaciones de gran crueldad. Sufren de estrés, hambre y deshidratación debido a las pésimas condiciones de transporte, que incluyen hacinamiento en jaulas, botellas o bolsas, sometimiento a temperaturas extremas y, en algunos casos, mutilación, ya que para evitar que se defiendan o escapen, se les extraen los colmillos o se les mutila las garras y alas.
“Si nosotros no queremos ver animales en los zoológicos o no queremos ver animales en los asentamientos humanos, en las casas, en los jardines, simplemente no compremos fauna silvestre. La fauna silvestre no es mascota, si compras estás siendo cómplice de promover el mercado”, sentencia la experta del Parque de las Leyendas.
En tanto, el Instituto Peruano de Asesoría Legal del Medio Ambiente y Biodiversidad (Ipalema) había presentado ante el Tercer Juzgado Constitucional de Lima una demanda de amparo contra Serfor y la Municipalidad de Lima (MML), entidad que administra el Parque de las Leyendas.
La presidenta de esta organización, la abogada Sonia Córdova Araujo, cuestionó duramente la decisión de haber encerrado a Run Run en el Parque de las Leyendas sin la respectiva evaluación, descartando, según ella, “cualquier tipo de reinserción a un medio natural controlado, pero sin barreras físicas como un centro de rescate o un centro de conservación de fauna silvestre”.
Tras la querella iniciada por Ipalema, el Tercer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima admitió a trámite la demanda de amparo que busca que el famoso zorro Run Run sea trasladado a un centro de rescate y no a un zoológico.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego decidió difundir una foto actual del zorrito andino Run Run. Esto se da ante la desconfianza creada luego de que el último 27 de diciembre se difundiera una noticia falsa sobre la muerte animal.
Foto: Serfor