El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de la COVID-19 como una pandemia. Desde entonces, se han detectado más de 252,8 millones de casos y las víctimas superan los cinco millones. Sin embargo, este periodo también se ha caracterizado por la rápida respuesta de la comunidad científica en busca de un tratamiento eficaz para contener al virus. Además de las vacunas, ¿cómo avanza el desarrollo de otros tratamientos para la COVID-19?
De acuerdo con un reporte de la BBC realizado en el 2020, en aquel entonces, laboratorios de diversas partes del mundo investigaban cerca de 150 medicamentos para controlar el avance del SARS-CoV-2. Actualmente, compañías como Pfizer, Merck, Sharp & Dohme y Ridgeback, Roche y Celltrion se encuentran desarrollando píldoras para combatir el coronavirus.
El medicamento fue desarrollado por los laboratorios estadounidenses Merck, Sharp y Dohme y Ridgeback Biotherapeutics. El 4 de noviembre, la Agencia Reguladora de Medicamentos de Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) aprobó el fármaco para tratar la COVID-19 en su territorio. De esta manera, el Molnupiravir se convirtió en el primer tratamiento oral aprobado en el mundo contra el nuevo coronavirus.
De acuerdo con la BBC, “la pastilla se administra dos veces al día a pacientes que han dado positivo en un test y que presentan al menos un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad grave”.
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Según un artículo publicado en la revista científica Nature, “este compuesto actúa haciéndose pasar por un componente básico del ARN del virus. Una vez administrado, en el cuerpo se transforma en un ribonucleósido engañoso que la enzima polimerasa del virus incorpora involuntariamente en nuevas hebras de ARN viral en el lugar de la citidina”.
Los primeros resultados de la píldora desarrolla por Pfizer indican que la fórmula redujo en un 89% las hospitalizaciones por COVID-19. El medicamento desarrollado por el laboratorio con sede en Nueva York es una combinación de dos fármacos diferentes: una cápsula de Ritonavir, que se usa contra el VIH, y una pastilla experimental denominada PF-07321332. Según la compañía, la acción conjunta de ambos medicamentos evita que el SARS-CoV-2 haga copias de sí mismo.
En el ensayo clínico participaron 1.219 adultos de “alto riesgo” con COVID-19 provenientes de América del Sur, América del Norte, Europa, África y Asia. El 45% de pacientes fueron de los Estados Unidos.
El comité de medicamentos humanos de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó esta semana autorizar Ronapreve (casirivimab / imdevimab) y Regkirona (regdanvimab) para tratar la COVID-19.
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Según un comunicado publicado por la EMA, el comité recomendó autorizar Ronapreve y Regkirona “para el tratamiento de COVID-19 en adultos y adolescentes (a partir de los 12 años y con un peso mínimo de 40 kilogramos) que no requieren oxígeno suplementario y que tienen un mayor riesgo de que su enfermedad se agrave”.
En el caso de Ronapreve es desarrollado por Roche y Regeneron, mientras que Regkirona es un producto del laboratorio surcoreano Celltrion.
En una entrevista con el medio alemán DW, el virólogo Felix Drexler, de la Clínica Universitaria Charité de Berlín, afirmó que es probable que las píldoras solo sean eficaces en la primera etapa de la infección.
“Además de la duración de la terapia, ambas (Molnupiravir y Paxlovid) tienen un costo similar y funcionan, sobre todo, cuando se suministran temprano. Porque cuando la COVID-19 avanza y se transforma en una enfermedad grave, el virus deja de replicarse”, explicó el especialista.
“Todo tratamiento antiviral, sea con anticuerpos o sea una píldora, funciona de esa manera. En general, estas son noticias muy positivas, pero eso no quiere decir que se debe dejar de vacunar. Hay que advertir que estas nuevas píldoras no sustituyen a la vacunación”, agregó.