Con el objetivo de que la capital de Panamá se conecte en tan solo dos horas y media con David, ciudad ubicada en Chiriquí, cuyo trayecto suele durar ocho horas, el gobierno actual ha puesto en marcha un ambicioso megaproyecto ferroviario que tendría una inversión de más de US$4 millones.
La realización de esta obra, considerada como la más importante de la gestión presidencial, permitirá la generación de 6.000 empleos directos e indirectos durante su construcción, lo que a su vez contribuirá al incremento de la economía del país centroamericano.
El megaproyecto ferroviario que Panamá busca poner en marcha es la construcción de un tren que conectará la ciudad de David, en la provincia de Chiriquí, con la capital, Ciudad de Panamá. Este proyecto, conocido como el Tren David-Panamá, se perfila como una de las obras de infraestructura más grandes en la historia del país. Su principal objetivo es reducir el tiempo de viaje entre ambas ciudades de ocho horas en carretera a aproximadamente dos horas y media por ferrocarril.
El tren operará a velocidades de entre 100 y 160 km/h, recorriendo los 390 kilómetros que separan las dos ciudades, lo que ofrecerá una alternativa rápida y eficiente al transporte terrestre. Además de mejorar la conectividad, se espera que este proyecto impulse el desarrollo económico del país y promueva la integración regional.
Liderado por el ingeniero Henry Faarup Mauad, designado por el presidente electo José Raúl Mulino, el proyecto tendrá un impacto significativo en la creación de empleo, con la estimación de 6.000 puestos directos e indirectos durante su construcción, y alrededor de 2.900 empleos permanentes para su operación y mantenimiento.
Aunque el costo inicial estimado es de 4.100 millones de dólares, basado en estudios preliminares financiados por China, aún se esperan más detalles sobre la financiación y ejecución final del proyecto.
Este tren no solo está pensado para el transporte de pasajeros, sino que también será fundamental para el movimiento de mercancías, contribuyendo a fortalecer la economía y fomentar un crecimiento sostenible en el país.
La fase de estudios preliminares del tren David-Panamá fue financiada en parte por China durante el gobierno anterior, lo que subraya el interés internacional en el desarrollo de esta obra. Si bien los detalles finales del financiamiento no han sido completamente revelados, el apoyo extranjero, sumado a la inversión pública y privada, es un factor clave en la viabilidad del proyecto.
Aunque no hay una fecha exacta, se prevé que el Tren David-Panamá se termine de construir en seis años, por lo que estaría listo en 2030 aproximadamente.
El tren alcanzará una velocidad que irá entre 100 y 160 km/h-