México es uno de los países de Latinoamérica ubicados dentro del Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad tectónica en el mundo, y por ello se perciben temblores de manera constante en su territorio. Día a día, los distintos eventos sísmicos que se producen allí son monitoreados y divulgados por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
No, no es posible predecir los sismos. No existe país con la tecnología suficiente como para realizar algo así. La única alternativa es la prevención.
El 28 de marzo de 1787, un Oaxaca colonial se vio devastado por el que ha sido el terremoto más fuerte registrado en lo que hoy es México hasta ahora. Con una magnitud de 8.6, fue seguido de un tsunami que se adentró 6 kilómetros más allá de la costa.
Cuando hay un sismo, lo primero que se puede escuchar son las alertas sísmicas en los altavoces de la ciudad; sin embargo, hay aplicaciones que también alertan al teléfono celular sobre estos movimientos
"Cuando ocurre un sismo de magnitud considerable, las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura están sujetas a un reacomodo. Durante este proceso se genera una serie de sismos en esta zona conocidos como Réplicas, las cuales son de menor magnitud y pueden ocurrir minutos, días y hasta años después del evento principal. El número de estas réplicas puede variar desde unos cuantos sismos hasta cientos de eventos", manifiesta el Servicio Sismológico Nacional de México.
Se distinguen tres zonas de acuerdo al tipo de suelo:
- Zona I, firme o de lomas: situada en las partes más altas de la cuenca del valle, está formada por suelos de alta resistencia y poco compresibles.
- Zona II o de transición: posee características intermedias entre la Zona I y III.
- Zona III o de Lago: ubicada en las regiones donde antiguamente se encontraban lagos (lago de Texcoco, Lago de Xochimilco). El tipo de suelo consiste en depósitos lacustres muy blandos y compresibles con altos contenidos de agua, lo que favorece la amplificación de las ondas sísmicas.
El Sistema de Alerta Sísmica (SAS) es una entidad que emite avisos en el Valle de México cuando una serie de estaciones de sensores ubicadas a lo largo de la costa de Guerrero confirman la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en esta zona.
México registra una intensa actividad sísmica por hallarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia y donde ocurren la mayoría de los terremotos en el mundo.
Un sismo es un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno, según el Servicio Sismológico Nacional.
La población mexicana es habitual a este tipo de acontecimientos, pues el país se ubica en una zona de alta sismicidad. Cabe mencionar la gran afectación de los sismos de 1985 y 2017, que causaron grandes estragos a lo largo y ancho del territorio de México.
Fue el 28 de marzo de 1787, un Oaxaca colonial se vio devastado por el que ha sido el terremoto más fuerte registrado en lo que hoy es México hasta ahora. Con una magnitud de 8.6, fue seguido de un tsunami que se adentró 6 kilómetros más allá de la costa.
Las tres regiones de México dan muestra de que las zonas sísmicas se encuentran dentro de las Penisísmicas y Asísmicas. La actividad sísmica se debe al choque y rozamiento de las placas tectónicas que abarcan territorios como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, el sur de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Estado de México.
El último temblor registrado en México sucedió hoy, lunes 16 de enero, a las 16.55 p. m. al este de Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca. El movimiento sísmico tuvo una magnitud de 3.4 y tuvo una profundidad de 62.2 km.
Temblor en México
México registra una intensa actividad sísmica por hallarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia y donde ocurren la mayoría de los terremotos en el mundo.
Las tres regiones de México dan muestra de que las zonas sísmicas se encuentran dentro de las penisísmicas y asísmicas. La actividad sísmica se debe al choque y rozamiento de las placas tectónicas que abarcan territorios como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, el sur de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Estado de México.
PUEDES VER: Ovidio Guzmán: ¿a cuánto asciende la fortuna del hijo del ‘Chapo’ y cuánto dinero recibió de herencia?
Según el Servicio Sismológico Nacional, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) “emite avisos en el Valle de México cuando una serie de estaciones sensores localizadas a lo largo de la costa de Guerrero confirman la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en esta zona”.