La Torre Trecca, es un enorme edificio de 23 pisos, situado en el corazón de Jesús María, que ha quedado inconcluso desde 1969. El motivo original de su construcción fue albergar 100 consultorios médicos para atender a la población peruana. Sin embargo, hasta la fecha no se ha podido cumplir con la promesa que sería muy útil al sector salud. La estructura fue diseñada por el ingeniero Walter Tillit durante el mandato del militar Juan Velasco Alvarado.
En el 2019 el edificio llamado 'Torre Trecca' sería bautizado como 'Torre del Bicentenario'. Foto: El Peruano
En 2019, Fiorella Molinelli, quien era presidenta de EsSalud, comunicó los planes de la organización en función a finalización de la construcción de la Torre Trecca. Asimismo, aprovecharía la oportunidad para rebautizar a la obra como la 'Torre del Bicentenario'. Sin embargo, esto no se concretó debido a la llegada de la pandemia por COVID-19.
Las cosas no se detuvieron allí, en el 2022, cuando la pandemia ya estaba controlada, el expresidente de EsSalud Aurelio Orellana y el exjefe de Estado Pedro Castillo, avivaron la idea de la culminación del proyecto. Sin embargo, en pleno 2024, la promesa del moderno edificio y la atención a millones de pacientes no se ha concretado.
El edificio ubicado en el corazón de Jesús María cuenta con 23 pisos. Foto: Facebook.
Fue en 1973, tras cuatro años de su creación, que se detuvo inicialmente la construcción de este gran proyecto. A pesar del estado de la edificación, no se volvió a hablar de esta durante un gran periodo. Recién en el 2010 volvió a ser el centro de la atención, luego de que EsSalud confirmara que asumiría la responsabilidad del edificio. La entidad planteaba transformarlo en el complejo de consultorios más grande del Perú, pero otra vez las circunstancias no se lo permitirían.
Asimismo, durante el gobierno de Alan García, en 1990, la edificación quedó completamente paralizada. El mal momento que vivía el Perú en el sector económico pudo haber sido uno de los factores que obstaculizaron el proyecto. Lo que se pensaba terminaría como un magnífico rascacielos quedó solo en el armazón. Luego de nueve años sin uso, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), determinó mediante estudios, que la estructura había sufrido ciertos daños por el paso del tiempo. Por ello, era necesario invertir en el reforzamiento de las placas y bases del edificio para asegurar el bienestar de sus futuro residentes.
Ante los constantes bloqueos, en el 2012, la organización del sector salud decidió transferir la obra a un consorcio llamado Trecca bajo la modalidad de concesión público-privada. El objetivo era ayudar a descongestionar la saturación en los servicios de atención médica. Sin embargo, esto representaba un nuevo desafío debido a las exigentes normas antisísmicas.
Tan solo en el año 2010, se realizó una inversión de USD 51.2 millones. No obstante, la cifra principal ascendió a un total de USD 65 millones, ya que se determinó que se había añadido USD 14 millones más.