Barrios Altos, una de las zonas más emblemáticas y antiguas de Lima, Perú, es conocida por sus históricas edificaciones coloniales, su vibrante cultura y, sobre todo, sus leyendas. Entre estas, una de las más escalofriantes es la que rodea a la Calle Matasiete, cuyo nombre evoca recuerdos sombríos de un violento episodio que dejó una marca imborrable en la historia de la ciudad.
Este suceso, calificado como una masacre, ha perdurado en la memoria colectiva a través de relatos que combinan elementos históricos con el imaginario popular.
El nombre de la Calle Matasiete proviene de una leyenda que narra un violento incidente ocurrido en una casa ubicada en Barrios Altos, específicamente en el Jr. Miró Quesada. Se cuenta que un grupo de ladrones perforó un agujero en una pared para acceder a la casa y robar.
Sin embargo, armada con un machete, una trabajadora del hogar, fue eliminando a los delincuentes uno por uno a medida que ingresaban, logrando matar a siete de ellos.
La leyenda de la Calle Matasiete en Barrios Altos revela una parte oscura de la historia limeña. Foto: difusión.
La masacre ocurrió cuando un grupo de delincuentes intentó robar una casa en Barrios Altos perforando una pared. La trabajadora, al darse cuenta del ataque, se posicionó al otro lado de la abertura con un machete.
A medida que los ladrones ingresaban, ella los fue atacando de manera implacable, acabando con la vida de siete de ellos. Este trágico y sorprendente episodio se convirtió en parte de la cultura local, dándole el nombre a la calle.
La historia de la Calle Matasiete sigue siendo relevante porque refleja la violencia que marcó momentos de la historia en Lima y cómo ciertos eventos impactan la memoria colectiva.
Además, la leyenda genera curiosidad y temor en quienes la escuchan, convirtiéndose en un relato popular que sobrevive con el paso del tiempo. La idea de una mujer común enfrentándose a siete delincuentes en defensa de su hogar resuena como un símbolo de coraje y justicia.
La Calle Matasiete debe su nombre a un suceso trágico que involucró la defensa de una casa y la muerte de siete ladrones. Foto: difusión
El incidente tuvo un gran impacto en la comunidad de Barrios Altos, ya que el nombre de la calle se convirtió en un recordatorio de la tragedia. La leyenda se transmitió de generación en generación, alimentando una narrativa de violencia y supervivencia que aún marca la identidad del barrio.
A pesar de los años transcurridos, el lugar sigue siendo un punto de referencia histórico y cultural, además de provocar un aura de misterio que atrae tanto a curiosos como a locales.