Una empresa fundada en 1864 en Perú ha superado múltiples adversidades y se ha mantenido vigente tras más de 150 años en el mercado. Desde enfrentar la devastadora Guerra del Pacífico y severos incendios, hasta superar períodos de recesión y competencia de productos importados, esta pionera de la industria galletera y de golosinas ha demostrado una resiliente capacidad de adaptación y crecimiento.
En 1863, Arturo Field, un ciudadano inglés, decidió establecerse en Perú, un país que, a pesar de su inestabilidad política y económica, le ofrecía un terreno fértil para emprender. Junto a su amigo francés, Adolfo Fribourg, fundaron una empresa galletera en 1864, que no solo fue pionera en la industria local, sino que también marcó el inicio de la producción nacional de golosinas.
El primer establecimiento de la compañía se ubicó en una casona en la Plazuela de Guadalupe, en el corazón de Lima, donde un reducido número de operarios comenzó a trabajar con máquinas básicas y un horno, sentando las bases de lo que sería un exitoso emporio industrial.
La historia de Field está llena de desafíos que pusieron a prueba su resiliencia y capacidad de adaptación. Durante la Guerra del Pacífico (1879-1883), la ocupación de Lima por parte de las fuerzas chilenas fue un duro golpe para la empresa. La mayoría de sus trabajadores se alistaron en la defensa de la ciudad, lo que resultó en una significativa pérdida de vidas y una paralización casi total de la producción.
Además, en 1944, un gran incendio destruyó buena parte de sus instalaciones en Lima, lo que representó otro severo revés. A lo largo de los años, la compañía también enfrentó la baja en la demanda durante periodos de recesión económica y las dificultades inherentes a un mercado dominado por productos importados.
Productos actuales de la compañía FIELD. Foto: captura/ portal web FIELD
Después de la Guerra del Pacífico, Field desempeñó un papel crucial en la fundación de la Sociedad Nacional de Industrias, lo que ayudó a revitalizar el sector industrial del país. En 1912, la adquisición por parte de la fábrica La Estrella permitió una expansión y modernización significativas.
Con el paso de los años, siguió adaptándose a los cambios del mercado, lo que incluyó la diversificación de su línea de productos y la expansión internacional. Posteriormente, la marca se integró a grandes conglomerados internacionales como Nabisco y Kraft Foods, ampliando aún más su alcance global.
Las galletas Soda Field, por ejemplo, han sido una presencia constante desde los primeros días de la empresa. Con el tiempo, la compañía amplió su portafolio para incluir una amplia variedad de golosinas y galletas que capturan la esencia de la tradición peruana y la innovación continua. Productos como Doña Pepa, Cua Cua y Coronita son altamente reconocidos en el mercado.
En los últimos años, la empresa ha innovado con productos como Chokosoda y Travesuras, respondiendo a las cambiantes preferencias de los consumidores y manteniendo su posición como líder en la industria de las golosinas en Perú.
Producto Soda Field. Foto: Oechsle